Luego de permanecer dos días desaparecida, una vecina fue encontrada sin vida ayer en los faldeos de un cerro de la Villa Esmeralda, sector centro alto de Antofagasta.
Fue la pareja de su hija quien cerca de las 16.30 halló los restos de la pobladora, identificada como Patricia Riquelme Ocaranza, de 52 años, a la altura de la intersección de las calles Santiago Amengual y Nuevo Horizonte.
A la vecina, quien tenía dos hijos y vivía en las cercanías del lugar, se le había perdido el rastro la madrugada del martes, lo que coincide con la data de muerte estimada por la policía, que la fijó entre 48 y 72 horas.
DOLOR
La noticia de su deceso causó gran conmoción entre los residentes del sector, quienes la describieron como una mujer "con problemas de alcoholismo, pero que no le hacía daño a nadie. A la Patty todos la conocían; no molestaba nunca al resto", dijo una de las impactadas pobladoras.
El cadáver fue hallado en el sitio eriazo entre numerosos escombros, sin su calzado y con su polera y chaqueta arriba, lo que hizo a muchos especular que se trataba de un crimen. Ello, sin embargo, fue descartado por la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI, que junto a peritos del Laboratorio de Criminalística (Lacrim) trabajó por más de una hora en el lugar.
Según explicó el subcomisario Augusto Vega, el examen externo criminalístico no reveló alguna lesión atribuible a terceros, como traumatismos evidentes o lesiones cortopunzantes, entre otros.
Sí pudo establecerse que la fallecida tenía antecedentes médicos. Sufría hemorragias digestivas, úlceras y diabetes, "enfermedades que no se controlaba", señaló Vega, agregando que la causa de muerte es entonces indeterminada y será el médico legista quien deberá pronunciarse al respecto.
Según se indicó en el lugar, la mujer sería familiar de Vanessa Aguirre, la joven madre que el 1 de abril pasado murió en un sitio eriazo de la población Rubén Infanta tras ser atacada por perros.