Dos años de pena remitida para el asesino de Emilia, un ebrio al volante!, se reviven dolores y es imposible no cuestionarse qué pasa con la justicia chilena, que hace más de seis años muestra una figura repetida: Cámara de Diputados, proponiendo aumento de penas, Senado con el tema en tabla, resultado ninguno!
Ley Tolerancia Cero...más de lo mismo, con otro nombre. Sigue no teniendo pena de privación de libertad efectiva para los conductores ebrios que causan muerte, pero lanzada con "bombos y platillos" cuando, en la realidad, sólo incrementa las penas pecuniarias y las suspensiones de licencia de conducir.
Es una burla para las víctimas por repercusión: familiares con pena privativa de alegrías para toda la vida, con sanción de dolor hasta el último día de nuestras existencias.
Con casos tanto o más brutales que el de la pequeña inocente. Mismo círculo vicioso: propuesta de aumento de penas, temas estancados por egos de nuestros parlamentarios, de atribuirse la autoría del proyecto, mientras miles de víctimas siguen muriendo en manos de personas irresponsables, cuyo patrón común es abandonar a la víctima, huir y salir libres. Mientras seguimos justificando lo injustificable, amparando conductas indebidas.
Debo deducir que en el caso de Camila Verdejo y otros tantos de igual o mayor envergadura debieron haber ocurrido en Santiago para que nuestros distinguidos diputados y senadores se dignen a tomar el asunto con la seriedad que amerita y no para aparecer junto a los dolientes por la connotación pública del caso.
Me entristece profundamente que todo lo realizado como familia no tenga eco por acontecer en la región y que nuestros voceros estén más preocupados de sus "slogan" y de la generosa dieta asegurada por cuatro años, que por ayudar a sus regiones a lograr avances a nivel país.
Hoy, otra pequeña sin justicia, ayer Camila, Nicolás, Josefa, Bastián, olvidados, cuyo único infortunio fue ser chilenos y cruzarse en el momento equivocado con la persona incorrecta. Con el único pecado de haber nacido en región, con representantes que con suerte conocen el aeropuerto de nuestra ciudad, o con otros, más preocupados de salir en los medios de comunicación, pero menos, ocupados en lo más preciado: resguardar el mayor bien del ser humano: la vida!
Para meditar…
Daniela Verdejo Contreras