Algunos de estos grupos intentan captar a gente en busca del éxito. La PDI se está especializando en el área.
l Carolina Collins
León Mujica (28) estaba pasando por un mal momento en su vida cuando descubrió un grupo de ayuda. Tenía 19 años cuando una compañera de universidad le comentó de un taller y como él la vio tan bien, le tincó. "Ella era muy feliz, como luminosa y yo pensé 'si ella es así, esto es bueno'" y decidió hacerle caso. Así fue como pagó el primero de varios cursos que prometían mejorar su vida.
En Chile hay más de 350 sectas identificadas, según el sociólogo experto en el tema, Humberto Lagos. Por eso, funcionarios del Grupo de Análisis e Intervención Antisectas de la PDI (GAIA), viajarán en enero a Francia a capacitarse en el organismo llamado Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra las Derivas Sectarias (Miviludes). Lagos explicó a La Estrella que Francia tiene una vasta experiencia con sectas y que por eso se habría elegido ese país.
León contó que el grupo al que él perteneció se originó a partir de los talleres de una empresa que aseguraba dedicarse al rubro educativo, pero que para el sociólogo Humberto Lagos tiene varios rasgos de secta.
El sociólogo además explicó que un factor común en la mayoría de las sectas es que llegan desde otros países y se instalan en naciones exitosas, como Chile; y así fue en el caso del grupo de León. Lagos aclaró que estamos ante una secta cuando hay "grupos generalmente minoritarios, exclusivos y excluyentes, herméticos, con una doctrina particular y un liderazgo centralizado fuerte y carismático". Tal como lo que vio León hace unos años en los talleres. Lagos dice que quienes pertenezcan a una secta "van a cumplir cualquier conducta que se les exija, no importa que esa conducta pueda constituirse en un delito".
"Toma el control de tu vida", le decían a León, quien contó que le pedían constantemente llevar más gente, pero siempre manteniendo el secretismo. Él dice que siempre le repetían: "no cuentes lo que haces acá, porque si invitas a alguien le arruinas la experiencia". Un día, en uno de los talleres que pagó, le dijeron que iban a salir, pero no le contaron dónde. Sí le pidieron que llevara un tubo de PVC y un nylon. Una vez en el lugar, lo enterraron bajo arena. "Lo que me asustó es que la arena es pesada, no me podía mover nada", relata.
Lagos explica que es normal que estos grupos separen a la gente de su entorno y que las relaciones personales sean condicionadas por el líder. León hoy mira con distancia lo que vivió y aunque no se arrepiente, porque hizo amigos, sí ve que fue atrapado por el grupo y separado de su círculo porque pertenecer genera "compromisos" que hacen que las personas se vayan aislando. J
l A pesar de que la organización a la que perteneció León se fue del país, tras las denuncias de varios de sus seguidores, se sabe que se ha instalado sin problemas en México. Sin embargo, en Chile varios integrantes han seguido lo aprendido en estos cursos para dictarlos, según explicó León Mujica. En Facebook hay varios grupos que advierten sobre la organización diciendo que utilizan métodos "fuertes y coercitivos" y advirtiendo sobre los supuestos peligros.