Conozca esta novedosa forma de disfrutar uno de los productos favoritos de todo compatriota.
l Juliet Botache
Ya no es necesario trasladarse a Colombia para saborear su delicioso pan, ahora la gastronomía colombiana se ha radicado y traído los diferentes panes con sabores que permiten deleitar el paladar. Una idea que nació de empresarios colombianos que vieron la necesidad de montar su negocio y darle a conocer a los chilenos el sabor único de este pan y su variedad. De ahí nació "panadería y pastelería Leal, delicias al paladar" en donde se puede disfrutar panes con sabor dulces, aliñados con mantequilla y secretos del panadero.
Las filas de clientes que se acercan todos los días a comprar pueden llegar hasta la puerta de la entrada, el buen servicio y el inigualable sabor de su pan, han permitido que cada vez ganen más adeptos antofagastinos. "Tenemos un margen de productos calidad y presentación a gusto de los clientes, muchos chilenos se han amañado y nos han dado las gracias por traer este excelente pan¨, asegura Omar Ortiz, jefe de producción.
Un local agradable para los ojos del cliente y la limpieza son también factores positivos, muchos antofagastinos son los nuevos y fieles clientes, así como David Zabala que lamenta no haber venido antes a probar esta delicia de pan. "Amigos chilenos me habían invitado y yo no creía, nunca había comido algo tan rico como ahora, me he comido 3 panes, pañuelos, pan pizza y croissant, además que los precios están muy accesibles al público por su delicioso sabor", dijo.
Y nada mejor que tener la opinión del maestro pastelero antofagastino Jordán Bravo: "nunca había tenido el gusto de comer este tipo de sabores". J
l Un rico pan hawaiano para tomar té, y un pan aliñado para desayunar ahora lo pueden adquirir a precios muy accesibles van desde los 500 pesos a 2000. Cañas 400, pan pizza 1000, pan hawaiana a 1000, peras a 700, chicharrones a 600, pañuelos a 600, galletas a 300.
Está ubicada en Matta con Bolívar , el horario de atención es de 7am a 12pm, todos los días y podrán saborear un pan fresco y garantizado de buen sabor.