Moisés Ledezma arriesga presidio perpetuo calificado por violación con homicidio.
En silencio, declinando prestar declaración, Moisés Jacob Ledezma Díaz enfrentó ayer la primera jornada del juicio oral que se sigue en su contra por la violación con homicidio sufrida por la pequeña de 8 añitos Valentina Arriaza, quien el 25 de febrero de 2012 se convirtió en la protagonista de uno de los capítulos más estremecedores de la historia policial de Tocopilla.
El acusado debía enfrentar a la justicia el pasado 5 de febrero, sin embargo ello fue postergado luego que acusara negligencia de sus defensores.
En vista de ello, ayer finalmente comenzó a las 8.30 horas el juicio en el que la Fiscalía intentará demostrar tanto los hechos por los que fue acusado Ledezma Díaz, como la responsabilidad que tuvo en ellos.
Tras los alegatos de apertura, una hora más tarde el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Antofagasta le consultó al inculpado si deseaba declarar, indicando éste que prefería guardar silencio.
Ello dio paso al inicio de la rendición de la prueba pericial, siendo el primero en declarar un perito del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), quien entregó un informe fotográfico sobre el sitio del suceso. Es decir, la casa ubicada en el pasaje Calbuco de la población Padre Hurtado en la que vivía Moisés Ledezma y donde fue encontrado el cuerpo de la niñita, oculto bajo una cama en un dormitorio del segundo piso.
Valentina, que momentos antes jugaba con amiguitos, fue ultrajada y murió por asfixia por sofocación luego de ser conducida bajo engaño a ese inmueble.
La acusación la sostiene el fiscal regional, Cristián Aguilar Aranela, quien explicó que esperan, con la prueba pericial y testimonial presentada con la colaboración de los querellantes, comprobar los hechos materia de la acusación y que Moisés Ledezma sea condenado a presidio perpetuo calificado.
Aguilar añadió que la acusación contiene las agravantes de haber cometido el delito con alevosía, aprovechando la superioridad de fuerza en relación a la víctima y reincidencia.
Ello, ya que el acusado sólo meses antes había cumplido una pena de 5 años y un día por violación. Peor aún, el 2002 fue sentenciado por abuso sexual.
En el juicio, que culminará mañana, intervendrán 16 personas, entre testigos y peritos. J
l "Perseguimos obtener la máxima condena que contempla nuestra legislación para el agresor, es decir, presidio perpetuo calificado. Aspiramos a que la pena que se aplique sea proporcional y se ajuste a la magnitud del crimen y al daño causado", aseguró el presidente de Fundación Amparo y Justicia, Ramón Suárez.