El mundo periodístico despide al querido Mario Requena
El gran profesional de la fotografía falleció ayer luego de brindar una larga lucha contra el cáncer intestinal.
Fueron varias las décadas en las que el querido reportero gráfico Mario Requena se presentó al campo de batalla. Allá en las trincheras de la vieja escuela, donde el periodismo se desarrollaba codo a codo tuvo la capacidad de ser los ojos de una Antofagasta que por medio de sus imágenes pudo mirarse realmente.
Pero lamentablemente nadie está capacitado para ganar todas las batallas en este mundo, eso lo sabía su familia, sus amigos y sus colegas.
Obviamente lo sabía él. Por eso hace unos meses fueron los mismos profesionales que tuvieron el privilegio de trabajar -y aprender- a su lado, los que le rindieron su merecido homenaje en las paredes que lo recibieron durante tantas jornadas.
El 28 de noviembre pasado en el edificio de la Empresa Periodística El Norte, distintos organismos, entre los que se encontraban empresas, universidades, municipio y gobierno, se reunieron para congraciar a don Mario Requena, quien trabajara por 34 años en el Mercurio de Antofagasta, El Norte (ya desaparecido) y La Estrella.
Eso ahora es el único consuelo para sus amigos que ayer escucharon la peor de las noticias, el querido reportero gráfico se fue de este mundo a las 8.10 horas de este viernes luego de luchar contra un cáncer intestinal y luego de haber soportado tres operaciones y varias otras hospitalizaciones.
De él podríamos escribir un libro, pero uno en el que seguramente las palabras sobrarían.
Su obra se puede reconocer en varias imágenes que usted de seguro ya ha podido disfrutar, como la reconocida foto de Andrés Sabella.
La fotografía pierde a un archivo viviente. Con una cámara colgada a su hombro desde 1965, retrató todo lo que estuvo en la prensa.
Fue un maestro para el "pituto" y bravo "para el "tinto" dicen sus cercanos. "Me queda el consuelo que allá encontrará esa paz que le fue esquiva, por su especial manera de ser", señala su amigo Jaime Alvarado.
A Mario le sobreviven su esposa Dániza Garmendia y sus hijos Iovanis y Vladimir Requena Garmendia. J
En la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, ubicada en Colombia 936, están siendo velados los restos de quien en vida fuera el destacado reportero gráfico.
En el mismo templo, el domingo a las 9 horas se oficiará una misa por el eterno descanso de su alma, partiendo luego el cortejo hacia el Cementerio Nº 2, donde será sepultado junto a su padre, como fue la petición que hizo a sus familiares.