l La Marea Roja despertó con resaca después del triunfo ante los españoles. Los chilenos se pasearon con dolor de cabeza y, por un día, hubo pocos gritos en la calle. Los únicos barristas que tuvieron un día activo fueron los detenidos por forzar la puerta del estadio. Brasil, digámoslo, odia a esos chilenos. Repiten su acción en todos los programas de noticias. El diario O Globo los hizo portada. Nadie quedó indiferente.
-Chilenos estúpidos- dijo Mariana, colombiana, 27 años.
-Yo odio a los chilenos que se ponen como giles con su selección. Es lamentable. De hecho, inventé una canción contra los chilenos- dijo Javier, argentino, 34 años.
-No gusta a mí el 'ceacheí', mucho grito, mucho fuerte. Por favor, gritar más despacio- pidió Alex, belga, 45 años.
La lluvia se alargó por todo el día lo que generó el ambiente ideal para que los chilenos hicieran una pausa. Fue un día más reflexivo para los eufóricos patriotas. Por primera vez en Río de Janeiro, desde que empezó este evento deportivo, alguien gritó 'ceacheííí'. Y nadie le respondió. J