Esperanza y su nueva vida tras el abandono
Afines de marzo del 2014 el equipo del Diario La Estrella se encontraba reporteando por los sitios eriazos ubicados camino a Calama, cuando de un momento a otro nos encontramos con uno de los tantos maltratos animales que ocurren en nuestra región.
Se trata del caso de la perrita Esperanza, quien fue abandonada junto a sus cuatro hermanos en una bolsa de basura, siendo ella la única sobreviviente de este macabro acto y que a la fecha aún es recordada por la comunidad animalista.
Historia
En aquella oportunidad los periodistas de este Diario llevaron a la pequeña al Canil Municipal, donde sería cuidada y tratada de una lesión es su pata trasera, la cual fue provocada por el lanzamiento de la bolsa de basura en la que iban estos animalitos, más el peso de sus hermanos muertos, dejándola en complicado estado de salud.
Es más, ella misma con sus patas rompió la bolsa y salió en busca de ayuda, donde lamentablemente con su lesión no pudo avanzar mucho, siendo sólo sus débiles llantos la única salvación para salir de ese lugar.
Tras el paso de los días la pequeña fue trasladada a la Clínica Veterinaria de Gigglia Pinasco ubicada en el sector sur de la ciudad, donde estarían atentas de la posible fractura de su pata y posteriormente al proceso de adopción.
Pasaron varias semanas y nadie preguntaba por Esperanza, quien evolucionaba bien y con su mirada tierna y alegre buscaba a toda costa el cariño de una familia antofagastina.
Unos lolos llegaron a la consulta y la llevaron a su casa, pero tras no llegar a un control médico, las mismas profesionales de la veterinaria se encargaron de rescatarla y buscarle un lugar que realmente la quisieran.
Fue ahí cuando apareció Milena Pastén, quien junto a su familia vieron el caso de la cachorra en La Estrella y partieron de inmediato a buscarla. Tras el proceso para adoptarla, ella junto a Esperanza partieron a su casa para comenzar una nueva aventura, la cual estaría llena de amor y protección.
Claudia quien es la asistente de Pinasco se había encariñado con la pequeña sobreviviente, siendo una de las principales personas que colaboró con el proceso de buscar una mami o papi para Esperanza, es por eso que su despedida estuvo marcada por la emoción y cariño. Es más el hijo de la veterinaria quería quedarse con la quiltra, pero al tener tantos animalitos era casi imposible.
Ahí se daba por finalizada la historia de esta perrita, quien luchó hasta el final y hoy vive con una familia antofagastina, quienes dan todo por ella, sólo nos queda saber ¿qué pasó con ella?, ya que han pasado más de 11 meses del fatídico episodio.
Actualidad
Ya son más de 10 meses y la historia de la perrita que sobrevivió al maltrato animal en pleno desierto de Antofagasta aún suena en la calle Montevideo, donde vive Milena junto con su pequeña la que es considerada parte de la familia y una hija.
"Han sido meses de mucha alegría y cariño, si bien se porta mal como toda cachorra la hemos sabido conocer y con ello tratarla como una más de nosotros", comentó Milena Pasten, dueña de Esperanza.
Cabe recordar que esta regalona tenía una lesión en una de sus patitas traseras, donde los primeros exámenes daban a conocer una fractura, dejando un futuro poco alentador, pero gracias a los cuidados de Milena, la sobreviviente no tendrá que ser operada.
"La doctora Gigglia nos dijo que su pata estaba sana y que no debía ser sometida a una cirugía, por lo que puede hacer una vida con completa normalidad", comentó Pastén.
-Es muy inquieta y le gusta saltar, debe ser porque aún es una cachorra, pero como tenemos un patio grande ella aprovecha de hacer de la suyas en todo el terreno.
-Le gusta morder las zapatillas o caminar por la calle, igual no me gusta sacarla mucho porque aún le falta un poco de disciplina, pero poco a poco estamos trabajando.
-Muy bien, al comienzo como toda cachorra dormía todo el día ahora se dedica a cuidarnos en las noches y molestar en el día.
-Varios nos han felicitado y otros nos reconocen en la calle, en una oportunidad un señor de la Feria Las Pulgas le contamos que habíamos adoptado a la perrita que fue abandonada junto a sus hermanos y él nos regaló un juguete para ella.
-Claramente, es como otra hija para mí, si bien es un poco inquieta igual la soportamos entre todos y la llevamos a sus respectivos controles y come su comida favorita. Hace unas semanas fue esterilizada y ahora anda súper bien.
-Creo que su mirada, cautiva hasta al más rudo, puedes destrozar cualquier cosa pero te pone una carita de inocente y la perdonas de inmediato.
-Ladra cuando ve a desconocidos y en la noche siempre anda pendiente de los alrededores, pero más que nada es muy regalona y buena para jugar. Para quienes recién la vienen conociendo deben soportar sus mordidas, pero son de cariño y aprecio, después se da sola.
-Si, de un momento a otro se pegó un estirón y ahora la tenemos de este tamaño. Me dijeron que se quedaría de este porte y ahora es cosa de acostumbrarse.
-Más que regalona juguetona, no hay como tenerla tranquila, pero ahí con el tiempo se irá tranquilizando. Además es tan especial que le compramos una casa grande para que pueda dormir bien, pero como es una loca de patio, prefiere dormir en los rincones y bien escondida, eso no da a conocer que no será de grandes lujos.
Lucha
Sin duda Milena es una de las tantas personas que prefiere adoptar a un perrito de la calle antes de comprar uno, es por esto que realiza el llamado a pensar dos veces antes de tener un animal en su casa.
"Espero que la gente tome conciencia de la realidad de nuestra ciudad, muchos compran o adoptar animales y con el paso de las semanas los dejan tirados en la ciudad, provocando una sobrepoblación, gatillando además al maltrato. Espero que no existan más Esperanzas de aquí en adelante, ya que muchos botan a sus perritos recién nacidos en el desierto", comentó.
Es de esperar que de aquí en adelante la comunidad de la Segunda Región tome conciencia de la tenencia responsable de mascotas y así no tener más casos como la de la perrita Esperanza, quien por suerte se encuentra con vida. J