Buen vecino, padre de familia y destacado hombre de la ciudad
l El suboficial Rigoberto Candia, era una persona conocida y querida en la ciudad. Su esposa es nacida en Tocopilla y con ella tuvo dos hijos, una que está recibiéndose de la carrera de ingeniería en la Universidad Católica del Norte y un hijo que es alumno de educación media del Colegio Sagrada Familia.
En su barrio del sector de calle Ejercito, los comentario eran unánimes, ya que todos hablaban de él como muy buen vecino y recordaban algunas anécdotas en los tiempo que pasaba en su hogar como por ejemplo que le gustaba mantener su vereda muy limpia, por lo cual la barría constantemente y algunas veces limpiaba hasta las de las vecinas.
Otros recordaron que después del terremoto que asoló la ciudad el 2007, había llegado con algunos sacos de víveres a su hogar, los cuales había repartido entre algunos vecinos que más lo necesitaban.
Por lo mismo, todos tenían una tristeza enorme de lo sucedido y lamentaban la situación, en especial por su esposa e hijos a los cuales les mandaban sus condolencias y también se referían a ellos en muy buenos términos.
Por el mismo sector donde vivía el fallecido carabinero, viven algunos familiares que lo recuerdan como un buen tío, cuñado, yerno, quienes estaban muy acongojados por toda la situación que están pasando.
Asimismo, hasta el momento se sabía que su esposa e hijos iban viajando a Calama, donde esperaban enterarse de todo lo que sucedió.
Lamentablemente este hecho golpeó una vez más a la ciudad. J