René Ortubé, mítico ex árbitro boliviano, símbolo de las copas Libertadores del 2000 y adicto a impartir justicia, explica desde La Paz que hoy, a los 50 años, está convertido en un cazatalentos profesional.
Sucede que Ortubé, un tipo corpulento con fama de implacable, fue designado por Evo Morales como viceministro de Deportes. Y su principal función, explica, es reclutar adolescentes medianamente talentosos en cualquier disciplina.
No, no es tanto. Estamos tratando de hacer lo correcto, lo que es justo.
-Mire, mi trabajo es que todos tengan la oportunidad de hacer deporte. Que la experiencia les sirva. Nuestro presidente es un deportista declarado.
Le explicamos al señor Ortubé que en Chile, y también en Sudamérica, es un hombre sumamente popular. Que su rostro evoca partidos épicos de torneos internacionales. Pese a ser árbitro, la gente lo quiere, profe, le decimos. Y hacemos énfasis en la palabra "profe", intentando, inútilmente, ganar su confianza.
No creo que sea tanto. Sólo hice mi mejor esfuerzo.
El señor Ortubé escucha el nombre Copa América y nos confiesa su deseo más íntimo: que sus colegas árbitros no fallen.
Sí. Sabemos de la historia de los jugadores, pero los árbitros también tienen recorrido. No importa cuántos millones vale un jugador.
Después de 17 minutos de conversación, el señor Ortubé confiesa que su ánimo está golpeado. La culpa, dice, la tiene la FIFA.
Son temas de los cuales me reservo la opinión. Pero a quienes somos partes del fútbol claramente nos entristece.
-Fui árbitro FIFA, estuve en Corea y Japón 2002, en Eliminatorias, en Copa Confederaciones, y le podría jurar, sobre la Biblia, que nunca nadie intentó influenciarme.
-Jajajá, no, nunca, no me molesta. Es parte del show, de la fiesta que es el fútbol. J