Dentro de una cómoda pesebrera en el sector norte de la ciudad, Peggy y Neggy pasean tranquilas sobre una cama de pasto y virutas, rodeadas de amigos caballos y una gata, que salta por las mallas. Peggy y Neggy son burritas, únicas en este corral administrado por el Club de Rodeo de Antofagasta, ya que fueron rescatadas de las huellas que dejó el terrible aluvión que azotó a Diego de Almagro.
Pese a que ya habían pasado dos meses desde la tragedia, fue en junio cuando Myrna Galleguillos, de la agrupación animalista Ambita Antofagasta, se topó con la foto de una tierna burrita que habría sufrido un atropello, dejándola con la patita quebrada. Averiguó y supo de la historia de otra más, que había nacido con una malformación que la tiene con el cuello dislocado. "Hablamos con la presidenta de la comunidad Coya, y vio el interés que teníamos nosotros en Antofagasta, accediendo a que la fuéramos a rescatar y recuperar", explica Myrna.
Tras el visto bueno de la comunidad indígena, cargaron a las burritas en un camión y se vinieron más al norte para verificar el real estado de salud de Peggy y Neggy, bajo la supervisión de los veterinarios Rodrigo Retamal y Tomás Newhart. "Una de ellas apareció en los cerros, se perdió dos o tres días, y como dicen que podrían haberla atropellado, se le formó un queloide", dice Carla Ocaranza, miembro del Club de Rodeo que facilitó el corral para mantener las dos nuevas amigas.
AYUDA
Una vez acá, comenzó la tarea de buscar ayuda para operarlas y devolverlas a su lejano Diego de Almagro. Peggy y Neggy eran intranquilas en un principio, incluso en algún momento deben haber pegado un par de patadas y mordidas, pero cuando "La Estrella" visita su corral, están tranquilitas. El fotógrafo les hace cariño. Carla mira a Peggy, quien pareciera posar para las fotos. Ella tal vez no podrá ser operada, debido al delicado estado del tendón de su cuello. "Para ellos es complicadísimo", explica.
"Nos contactamos en Santiago con Prensa Animalista y nos consiguieron el número de Sebastián", cuenta Myrna, refiriéndose a "Lindorfo" Jiménez, veterinario que gustoso aceptó operar gratuitamente a Neggy. Eso sí, faltaban los pasajes desde Santiago para él y su equipo de tres personas, y en la agrupación se pusieron manos a la obra.
Sin embargo, por la premura del tiempo, hubo de comprarles el pasaje a los profesionales a cuotas. "Estamos haciendo rifas", dice Myrna Galleguillos. Es por eso, que aún se necesita la ayuda de todos para que Peggy y Neggy vuelvan a pasear felices por los cerros de Atacama. Si usted quiere ayudar, puede depositar a la Cuenta Vista del Banco del Estado 14111668 (es una cuenta RUT, 14.111.668-1, al correo my.cl.gg@hotmail.com) a nombre de Myrna Galleguillos Garmendia. J