Educación inclusiva
Sin duda enfrentamos una época de tiempos revueltos. La naturaleza y la educación nos ponen desafíos y reformas que requieren el máximo esfuerzo de quienes trabajan para hacer cumplir, difundir y articular gestiones que conduzcan a la igualdad social.
La Reforma Educacional, impulsada por el Gobierno, busca que todos los chilenos tengamos acceso a una educación de calidad; pero una calidad que no dependa solo de los recursos de las familias, sino del esfuerzo compartido de toda la sociedad.
A la hora de materializar estos cambios nos enfrentamos al tema más significativo y polémico: la "Ley de Inclusión", que considera el fin de lucro, al copago y regula la selección en establecimientos educacionales, nos propone enfrentar un proceso en el sistema escolar a partir de marzo de 2016.
Sin embargo, es un transformación que nos conduce a acuerdos y desacuerdos, que se fundamentan por campañas de desinformación que generan actores de la educación que esta ley los invita a transformar sus proyectos educativos.
Esta no es una discusión sobre el sector particular subvencionado, es sobre las bases de todos los establecimientos que tienen financiamiento público. Es una discusión sobre cuáles son las reglas de la utilización de los recursos públicos que no puede aceptar ninguna forma de discriminación, la que se produce por la acción del lucro, de la selección o del copago.
Es importante aclarar que esta Ley de Inclusión aumenta los recursos para los establecimientos municipales y particulares subvencionados. En ningún caso busca terminar con la provisión mixta. Las familias no tienen nada que temer porque los colegios podrán seguir funcionando con normalidad en 2016.
Todos los sostenedores deberán utilizar los recursos en el proyecto educativo y que tengan como único fin la calidad de la educación. Es decir, que todos los establecimientos sin lucro van a tener más recursos, 20% más de recursos por "Subvención Escolar Preferencial (SEP) de Clase Media", y un refuerzo adicional por gratuidad escolar.
Si bien es un cambio gradual que provoca incertidumbre, estimamos que 1.100 establecimientos se unirían en 2016 al sistema de gratuidad. Los sostenedores de colegios subvencionados que tienen copago y sus dueños retiran utilidades de la subvención escolar, tienen plazo hasta el lunes 31 de agosto para manifestar su intención de transformarse en una unidad educativa que recibirá más recursos del Estado, pero no tendrá lucro para el gestor. Modalidad que permitirá superar las desigualdades y mejorar el futuro de nuestros niños y niñas.
Todos estamos involucrados en la Reforma Educacional, por lo que las autoridades de gobierno y educadores queremos transformar la escuela moderna en una institución que responda a las necesidades de un mundo globalizado, de una cultura más mediática, más equitativa e inclusiva.
Juan Carlos Vega
seremi de Educación