No hay caso. Ya son dos encuentros que tiene el técnico Beñat San José en el cuerpo junto al CDA, pero todo marcha igual: el equipo penúltimo y con dos puntos de 24 posibles, una de las peores campañas en su historia.
Unión La Calera estuvo siete fechas sin ganar y con la salida de Marcos Bolados por lesión y la expulsión (discutible) de Patricio Jerez, el negocio estaba listo.
Porque los Pumas fueron protagonistas durante los primeros 15 minutos del juego y de ahí simplemente desapareció.
En ese lapso, los pupilos del vasco tuvieron un par de llegadas. A los 15' justamente, Renato Ramos tomó el balón y desperdició la oportunidad de convertir el uno a cero, porque Lucas Giovini rechazó. De ahí para adelante, el Tiburón nadó lentamente y a la deriva entre un conjunto cementero que, sin tener grandes muestras de fútbol, adivinaron todos los movimientos de los forasteros.
Los dueños de casa se dieron cuenta de que el CDA comenzaba a hacer agua y que sólo los esfuerzos del capitán Cristian Rojas y Martín Gómez, generaban algo de peligro la portería calerana. Caso aparte fue el de Matías Dituro, portero que hace rato se dedica a evitar un resultado en contra más abultado.
Calera comenzó llegando poco a poco y en varias oportunidades al final del primer tiempo y comienzos del segundo, pudo concretar. Todo terminaba desviado por poco o en las manos de Dituro.
El CDA no buscaba por donde. No había chispa, ni claridad, orden o bien, velocidad para crear algo de fútbol.
Por supuesto, si el rival tiene debilidades a la vista se aprovechan. Calera entendió que el CDA prácticamente estaba entregado y sólo dio el tiro de gracia.
A los 81', Maximiliano Bajter entró como quiso en la defensa Puma y la envió a las redes.
Y en los descuentos, simplemente la guinda que había que ponerle a la torta: el recién ingresado Matías Guardia tuvo todo el tiempo del mundo para acomodarse y rematar desde fuera del área y así sentenciar el dos a cero.
Ahora se viene Universidad Católica y de no haber cambios, los puntos del Apertura podrían pasar la cuenta cuando el próximo torneo se aparezca nuevamente el fantasma del descenso, ese mismo que en los últimos años se ha mantenido penando bastante. J
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