En una emotiva ceremonia, encabezada por el general director de Carabineros, Bruno Villalobos Krumm, se realizó ayer el ascenso póstumo del suboficial Rigoberto Candia, asesinado el pasado 25 de febrero en las cercanías de Ollagüe.
En el acto, el primero de su tipo que se realiza en la región, tuvo lugar en la Escuela de Formación Grupo Antofagasta, teniendo a cargo del prefecto de El Loa, coronel Jorge Tobar, el discurso y del subprefecto rural fronterizo de El Loa, teniente coronel Hugo Zenteno, la lectura de la resolución del ascenso póstumo.
En la ceremonia, el infortunado funcionario fue ascendido al grado de suboficial mayor ante la presencia de su familia directa. Su esposa Dániza Delgado recibió de manos del general director las presillas y gorra del suboficial mayor, mientras que su hija Alejandra Candia Delgado (23) recibió la bandera de mando de suboficial mayor y su hermano Alberto (17) el reloj que acompaña a todo suboficial mayor.
El suboficial fue encontrado malherido por una familia extranjera y pese a todos los intentos médicos por salvarlo, el efectivo falleció por un impacto de bala en la cabeza.
Candia fue asesinado cuando se desplazó a un solitario lugar ubicado a unos 5 kilómetros de la Tenencia de Ollagüe, luego que se recibió información del día anterior sobre la presencia de dos sospechosos, al parecer traficantes, en el sector del poblado.
Así, el efectivo con casi 20 años de servicio se convirtió en el mártir 1.180 de la institución.