"Deberíamos hacer las pascuas más chilenas"
Dióscoro Rojas habló sobre cómo se pasaban antes las navidades en Chile, diferentes a todo lo comercial.
Andre Pierre Malebrán Tapia
Uno que es experto en el tema de las celebraciones, Dióscoro Rojas -El Gran Guaripola-, confezó que pasará la noche buena en la capital regional. El líder de los Guachacas se encuentra afinando los últimos detalles de lo que será la fiesta de año nuevo en Antofagasta (ver recuadro) y con la voz quebrada pero sincera, reconoció que no es la primera vez que pasará de forma solitaria esta importante fecha.
Dice que es de formación católica, medio franciscana, y seguidor de san Fray Andresito. Aunque no es fanático de lo religioso es un seguidor de las navidades familiares con guitarreo y paz, más que con regalos y tomatera (para eso están las primeras horas del uno de enero).
"He pasado la pascua en varias partes del mundo. Yo me fui el 87 con las primeras versiones de la Negra Ester, con el Roberto y el Lalo (Parra) tocando arriba. Partí en Argentinna y después fui a Dinamarca, y como tengo amigos en toda Europa, ahí partí a recorrer con giras (...) Las navidades tienen mucha influencia del norte (del Viejo Continente) y se ven muchas cosas diferentes, un poco como lo que se vive hoy acá en Chile, donde se imita más las cosas gringas", comenta.
"Antes en Chile se iba con la familia a la Misa del Gallo, se ensayaban los villancicos en la iglesia y se cenaba un pedacito de bistec con porotos verdes y unas guindas. Entonces se extrañan esas cosas de navidades de acá, deberíamos hacer las pascuas más chilenas. Lo de los regalos llegaban después en enero, en el día de los reyes. Aquí ha habido un cambio sustancial en la navidad, que se ha norteamericanizado. Antes la idea era que fuera algo bonito para los niños, era cuando este era un país serio. Yo creo que debería ser a lo más un pesebre con tradiciones hechos con materiales del lugar, no con tradiciones nórdicas con trajes y gorros que son para el frío", agrega.
"Los villancicos chilenos son muy lindos, y tienen una forma diferente a lo que eran los villancicos españoles. Son navidades que hay que recuperar", remata el guaripola que no podrá jugar al amigo secreto tampoco, pero que promete con el puño apretado, que en el año nuevo se va a desquitar.
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