Epifanía
Con la solemnidad de la Epifanía celebramos la venida de Jesús, que no ocurre a escondidas del mundo sino frente a él. De eso son testigos los magos venidos de Oriente. Ellos no comparten la cultura o religión del pueblo que vio nacer al Mesías. Sin embargo, mediante el ejercicio de la ciencia que practicaban reconocieron en el niño recién nacido al rey de los judíos. Al ser conscientes del gran acontecimiento en Belén no se quedaron en su tierra sino que quisieron ser parte de la historia y se presentaron en Jerusalén diciendo: "Hemos venido a adorarlo". Como los magos del evangelio, actualmente muchas personas se sienten atraídas por las palabras y obras de Jesús y adoptan actitudes y comportamientos basados en sus enseñanzas. Esto demuestra que Jesús se sigue manifestando a todo el mundo. Es así como en la Iglesia "Los Doce Apóstoles", se celebra con una dramatización de la familia de Nazareth y la adoración de los reyes magos, llevando regalos a los niños asistentes. Lo que termina con la Misa de Epifanía y adoración de los reyes magos en la parroquia. Sintamos cerca a los magos, como sabios compañeros de camino. Su ejemplo nos anima levantar los ojos a la estrella y seguir los grandes deseos de nuestro corazón. Nos enseñan a no contentarnos con una vida mediocre de "poco calado", sino a dejarnos fascinar siempre por la bondad, la verdad, la belleza... por Dios, que es todo eso en todo siempre mayor. (Papa Francisco).
Myriam Richards Madariaga