Aldo Cornejo cumplió su meta en el Ironman 70.3 de Pucón
El rugbista y kinesiólogo antofagastino terminó la extenuante carrera, pero ahora volverá al rugby tras cumplir su sueño deportivo.
Mauricio Riquelme C.
Concentración y perseverancia a toda prueba fueron las emociones que marcaron la participación del deportista antofagastino, Aldo Cornejo Surjan, en la última versión del Ironman de Pucón 2016, un gran desafío en su carrera marcada por una destacada trayectoria en el Rugby.
El joven kinesiólogo de 29 años relató su experiencia en este triatlón de clase mundial, que describió como una "experiencia única".
Tras un año de intensa preparación llegó el día para el deportista, quien comentó que el ambiente previo a la competencia le hizo revivir su paso por torneos de talla internacional como mundiales o los panamericanos de rugby. "Había muchos deportistas, todos conectados en la misma sintonía y con ganas de disfrutar el evento", aseguró.
Agrega que al contar su historia todos le decían que estaba "loco" al enfrentar este desafío sin nunca haber entrenado una transición (paso del agua a la bici o de la bici al trote), ni realizar un sprint (la mitad de las pruebas), comentarios que lo motivaron más para enfrentarse al gran reto.
"Reconozco que en los días previos me comía la ansiedad y los nervios, pero cuando ya estaba a punto de entrar al agua se me pasó todo. Superé mis expectativas en el nado, pero al partir con la bici comenzó la tortura. Esos 90km de bicicleta fueron del terror, se me hizo muy pesado ya que era una subida muy empinada, tanto así que me acalambré dos veces llegando al punto de llorar por el dolor, pese a eso no paré porque sabía que sería peor. Luego lloré de angustia, sentía que no terminaba nunca, pero ahí vino el segundo aire, me acordé de mi hermano y su apoyo, de mi familia y amigos. También de mis compañeros de rugby de Viña...de verdad que sentí que estaba con ellos y me alentaban a seguir", comentó Cornejo.
Una sorpresa los 21K
La última prueba, los 21 km de trote, la define como una sorpresa. "Nunca había estudiado el circuito, no me esperaba esa subida tan terrible que es la península. Pero sabía que el trote era mi prueba así que me sentí fresco y recuperé el tiempo perdido de la bici. Cuando ya estaba terminando traté de apurar el paso los últimos 100 metros y terminar con la cabeza bien arriba mi desafío", según recuerda.
A la hora de los balances sostiene que definitivamente fue "una prueba muy dura, pero una muy linda experiencia". Advierte que es la primera y última vez que se enfrenta a este desafío, por lo que ya comenzó su entrenamiento para retomar su gran pasión, el rugby.
El Triatlón de Pucón es considerada -por los expertos en esta disciplina- como una de las carreras más exigentes y bellas del mundo.
El volcán de fondo, el lago a sus pies y el verde que cubre el entorno de Pucón, la hacen una experiencia inolvidable para los competidores. Con esas sensaciones, su medalla en el pecho y la satisfacción de haber terminado la carrera. regresó al norte Aldo.
Compartió con los mejores
Pedirle o exigirle un lugar en el podio a Aldo es una idea descabellada, porque el Ironman de Pucón no es una carrera cualquiera, llegan competidores del todo el mundo y los mejores en esta disciplina, por eso haberla terminado ya es un gran logro para un deportista que no es profesional. Sin embargo, a pesar de no serlo pudo compartir espacio con grandes exponentes como la chilena Bárbara Riveros, que ganó por segundo año consecutiva el certamen o el estadounidense Benjamín Collins, grandes nombres del triatlón mundial.
1600 competidores corrieron el Ironman 70.3, todo un récord para esta carrera internacional.
90K de bicicleta fue la etapa más difícil, junto al trote, que tuvo que enfrentar Cornejo.
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