Ignacio Araya/Redacción
Durante prácticamente un día completo, gran parte de Antofagasta tuvo que sufrir -otra vez- las molestias del humo causado por una quema ilegal de basura en el sector norte de la capital regional. Y pese a que personal de Bomberos estuvo trabajando toda la tarde del domingo para aplacar las llamas cercanas al vertedero municipal, el aroma a basura se sintió hasta ayer por la mañana.
"La sorpresa es que hasta las dos de la mañana habían personas que percibían esa nube potente hacia el sector del Parque Japonés", explica Víctor Silva, de la organización "No más quemas". Durante la madrugada, varios usuarios de redes sociales comentaban lo sucedido. "Era súper fuerte, a mí me dio alergia altiro, ojos llorosos, etc. Es muy tóxico, no era algo como una fogata típica de playa, era algo fuerte", decía @KateOFF_, antofagastina que vive por el sector de la Municipalidad.
Según Víctor Silva, este tipo de quemas compromete la seguridad de la población. "Es un área donde las autoridades deben hacer un trabajo para determinar quienes son los responsables", explica el vocero de la agrupación ciudadana.
Operación
Ayer por la tarde, personal de la Dirección de Emergencia del municipio, junto a la empresa Crecer y voluntarios de Bomberos, acudieron a controlar el incendio en la calle Abracita. Así, con un cargador frontal, retroexcavadoras y un camión aljibe, se pudieron soterrar los desechos quemados por desconocidos.
"En este momento estamos haciéndonos cargo de una quema ilegal en unos terrenos de Bienes Nacionales aledaños a una ripiera. Quiero dejar de manifiesto que esto no corresponde a la administración del vertedero municipal pero frente a esta emergencia, dispusimos de funcionarios y maquinarias para atacar esta situación", explica el director de Emergencias, Rodrigo Silva.
En tanto, en enero se iniciaron los estudios de 170 hectáreas del vertedero y sus alrededores, para iniciar el proceso de remediación y recuperación del vertedero. La empresa a cargo tiene un plazo de un año para los estudios de prefactibilidad que determinen qué se puede hacer en el lugar cuando se cierre el recinto.
170 hectáreas contiguas al vertedero son analizadas por la consultora Amphos 21, para iniciar el proceso de recuperación