Cartas
Biblioteca Viva
A casi dos meses del anuncio del cierre definitivo de la Biblioteca Viva Antofagasta, los comentarios de apoyo, velatones y críticas extensas sobre el padecimiento de la cultura, se han hecho sentir en las redes sociales. Interminables comentarios del asesinato de los espacios culturales, sentimientos de rabia y dolor se nos abren ante nuestros ojos de tanta gente que siente que les han quitado un espacio en sus vidas.
Hace tan solo unas semanas un periodista de La Estrella me llama preguntándome qué opinaba ante esta determinación. Entonces recordé a Charles Bukowski, cuando en uno de sus libros hablaba de qué significó para él una biblioteca. Chinaski, dice: La vieja biblioteca pública de Los Ángeles muy probablemente evitó que me convirtiera en un suicida, un ladrón de bancos,
un tipo que pega a su mujer, un carnicero o un motociclista de la policía. Y aunque reconozco que puede que alguno sea estupendo,
gracias a mi buena suerte y al camino que tenía que recorrer, aquella biblioteca estaba allí cuando yo era joven y buscaba algo a lo que aferrarme y no parecía que hubiera mucho.
Y cuando abrí el periódico
y leí la noticia sobre el incendio
que había destruido la biblioteca y la mayor parte de lo que en ella había, le dije a mi mujer: "Yo solía pasar horas y horas allí..."
(El incendio de un sueño)
Analizo, le doy vuelta que fue para mí la biblioteca de mi liceo y pienso en lo siguiente: Sin ese espacio tal vez hubiera muerto, que sin espacio jamás hubiera encontrado la salida para un mundo civilizado que es un completo disparate, un show tan mal montado y quizás me hubiera convertido en algo peor que un escritor desconocido. Luego de aquella imagen en mi cabeza, respondí al periodista que están matando gente, que la administración Mall Plaza no tienen idea de lo que significa un espacio, la importancia de un lugar donde el espíritu distinto pueda habitar sin sentirse perdido, donde el cobijo de la tranquilidad es algo mucho más grande que las malas ofertas del mercado de turno.
Los pasillos siguen llenos los fines semana, muchos ni se percatan que hubo un asesinato. Son felices en esos paseos familiares tan gringos, y es más importante mantener la calma en la familia que preguntarse de un cierre de una biblioteca. Aún por lo menos sigue en pie la librería Antártica, aún por lo menos está el cine, claro no encontraremos nada alternativo, pero es un cine al fin y al cabo, por lo menos también existe ese paseo al mar, pero ha habido un asesinato, no es noticia nacional, solo son cosas que pasan, solo es algo que tiene que suceder.
Danilo Pedamonte