Cartas
Educación
Desde los inicios en la historia de los grupos sociales, se ha visto la imperiosa necesidad de preparar a sus generaciones para mantener las tradiciones, levantar su propio peso y prolongar su realización. Vale decir que nace la educación de los niños y niñas para enfrentar la vida. En el minuto que vivimos existe excesiva preocupación de preparar a las futuras generaciones más para el trabajo que para su propia felicidad. Los profesores tenemos las herramientas y los medios necesarios y si no, los buscamos para entregar a nuestros educandos una educación integral respetando su desarrollo sicobiológico.
Cada Estado fija su filosofía educacional y a parte existen los planes y programas en todo orden de Educación, pero no debemos olvidar que todo niño o niña puede aprender. Sea por necesidad o por obligación y la naturaleza, le provee de las condiciones necesarias y lo que no lo ponen sus educadores.
Toda familia tiene en los niños y niñas su mayor tesoro y la imperiosa necesidad de agotar todos los medios para que sus hijos sean felices. Es así como en nuestra educación se trata de entregar una educación integral y en los proyectos educativos así debe estar estipulado, pero hay valores transversales que deben estar siempre presentes: El amor, la justicia, la solidaridad y el respeto. Más importante que una prueba determinada que indudablemente, persigue fines muy loables, es que el educando no se sienta presionado y acorde con los recursos que tenga a su haber, se prepare para dichas pruebas, con las cuales los Estados tratan de evaluar los puntos débiles de la enseñanza que se le está entregando para tomar las remediales pertinentes.
Cuando vino Jesús al mundo, en sus intervenciones pregonaba o marcaba el acento en el amor: A los niños, niñas, a nosotros mismos y al prójimo, pero no perseguía convertir a los niños y niñas en verdaderas computadoras, por lo tanto de sus enseñanzas podemos desprender que los valores son más importantes que toda la enseñanza que podamos entregar en las escuelas.
Las unidades educativas responden por las ciencias, búsqueda de la verdad a través de la observación y la experimentación, las técnicas búsqueda de destrezas para garantizar la utilidad y las artes para dar espacio a la belleza sea del sentido que sea y se tocan también los sectores de integración, cuya responsabilidad la tienen la familia y la sociedad completa y ellos son la religión, cuyo valor es la divinidad, la política cuyo valor es la justicia social y la moral cuyo valor es la ética. Todo niño posee múltiples talentos y en la medida que se sienta feliz, podrá a través de estos talentos ser feliz y hacer felices a los demás.
Jorge Raúl Díaz Pacheco