Cartas
Algo huele mal
Desempleo, el terror de las familias y del Estado ha llegado y las señales de la economía nos hacen presagiar que se quedará entre nosotros por un largo período. La última medición del INE refleja que motivos para preocuparse sobran, ya que el indicador se acerca peligrosamente al 7%, y sin duda alcanzaremos cifras en torno al 8%. A ello debemos sumar el aumento del empleo por cuenta propia, cuya medición alcanza el 6,5%, lo que refleja la precariedad del empleo nacional.
La medición alcanza cifras que no se manifestaban desde al año 2011. Motivos podemos hallar muchos, factores estacionarios, decaimiento de la minería, disminución en los puestos laborales en el área de la salud, disminución de la demanda interna, disminución de las exportaciones, decaimiento de la industria manufacturera, entre otras.
En el contexto internacional con lo que ocurren en la Unión Europea aún reina la incertidumbre de los efectos del Brexit, por un lado los escépticos dudan de una real salida de Gran Bretaña del bloque económico, a lo menos en el mediano plazo; otros se han paseado por diversas vitrinas anunciando el caos económico global. La realidad nos llama a ser cautos con los reales efectos que ello pueda acarrear.