El anuncio de la Presidenta Michelle Bachelet de aumentar gradualmente las cotizaciones con cargo a los empleadores, para así financiar un pilar de ahorro colectivo, ayer generó reacciones de todos los sectores. La propuesta de subir las cotizaciones de un 10% a un 15%, en un plazo de 10 años, abrió el debate sobre cuál es la mejor forma de reformar el sistema de Administradoras de Fondos de Pensión (AFP), tras más de 30 años de operación en el país.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, detalló cuánto, estima, costaría al fisco esta modificación, dado que el Estado contrata empleados por todo Chile. "Desde el punto de vista fiscal, porque el Estado es un empleador muy importante del país, el costo fiscal en régimen equivale a 0,5% del PIB (Producto Interno Bruto), en torno a US$1.500 millones", dijo Valdés.
Añadió que estos cambios no se harán de una vez, ya que se trata de montos relevantes, que podrían afectar al mercado del trabajo. A esto se suman las palabras de Bachelet en torno a que buscará un "pacto nacional" para concretar estos cambios. "¿Por qué es gradual este esfuerzo que hace el país? Hay tanto consideraciones del mercado laboral, como por la restricción fiscal", recalcó Valdés.
También se refirió ayer a esta propuesta el presidente de la Asociación de AFP, Rodrigo Pérez Mackenna, advirtiendo que, según su estimación, ésta podría tener efectos diferentes a los deseados. "La Presidenta anunció una serie de cambios regulatorios al sistema actual, creemos fundamental que dichas modificaciones sean fruto de un debate, ya que algunos de los anuncios esbozados pueden terminar perjudicando a las pensiones de nuestros afiliados", afirmó, sin detallar de qué forma la propuesta podría perjudicar las pensiones y recalcó que esperan "participar constructivamente en este debate".
"Las propuestas que hemos planteado van en el contexto de responsabilidad económica", enfatizó ayer Bachelet.
¿otro impuesto?
El presidente de la UDI, Hernán Larraín, si bien destacó que el llamado al diálogo "significa olvidarse de la retroexcavadora y entrar en la política de los acuerdos", advirtió que el aumento de un 5% de las cotizaciones puede ser interpretado como un "impuesto al trabajo".
Esto fue rechazado ayer por Valdés, quien destacó que un impuesto va a las arcas fiscales y en este caso formará parte del ahorro individual del trabajador.