Dirigente y AFP

Señor director:

Resulta muy revelador saber que Luis Mesina, dirigente sindical y líder del movimiento "No más AFP", fue nada menos que director de la AFP Futuro entre 1994 a1996. La suya fue una desastrosa gestión. Un ejemplo: el 61% de los trabajadores de esa institución fueron despedidos bajo su administración.

Este personaje, en conjunto con otros dirigentes y políticos (de una u otra forma ligada con la Nueva Mayoría), ha expresado su malestar ante las bajas pensiones y trato mercantil al tema de las pensiones. Exige cambios inmediatos, aprovechándose de la ignorancia de la gente (y su disconformidad), alegando que la única solución es la vuelta del reparto, y en las versiones más extremistas del movimiento, restablecer el socialismo a la chilena.

Esto nos refleja la importancia de la educación previsional, su urgencia de implementar en los planes y programas del Mineduc para educar a las futuras generaciones de trabajadores de la importancia de ser previsor ante el futuro. Así no caer en las redes del oportunismo y populismo de quienes ofrecen el "paraíso en la tierra" con dineros que son propiedad de los trabajadores. Y que como todo sistema previsional, requieren constante supervisión, regulación y perfeccionamiento.

Ernesto Medalla

Compensación

En un divorcio, un profesional se opuso a que se le concediera compensación económica a su esposa, alegando que nada acreditaba que ella se hubiese empobrecido al haber postergado su desarrollo profesional por dedicarse al cuidado de los hijos y del hogar. Según él, no resultaba lógico compensar el trabajo doméstico y el costo de oportunidad por dedicarse a esas labores. Cuestionó además el monto al que resultó condenado, $338 millones, al comparar el trabajo doméstico que habría realizado su esposa durante 17 años con la remuneración de una trabajadora de casa particular, concluyendo que se le debió condenar por una suma menor. A sabiendas que este marido recibe millonarios ingresos, nos preguntamos ¿Cuál hubiese sido su postura si él, en vez de su esposa, hubiese dejado de trabajar en su profesión para dedicarse al hogar y los hijos? ¿Aceptaría que se le compensara por el enorme menoscabo sufrido, calculando el monto a recibir en base a una remuneración promedio de una trabajadora de casa particular? La sentencia rescata el auténtico espíritu de la ley.

Ricardo Viteri Prado