Redacción - La Estrella del Loa
Como buenos mineros, Patricio, Carlos y Daniel tenían una característica que los unía. Eran alegres y buenos para la talla. Disfrutaban de la vida.
Cada uno en su lugar de trabajo hizo lazos de amistad con sus compañeros de labores y con el correr de las actividades se convirtieron en su segunda familia.
Todos dejaron en el camino muchas pasiones, ilusiones, proyectos y desafíos que no se concretaron porque el destino quiso escribir para ellos una historia distinta.
Una que dejó con profundo dolor a sus seres queridos, que aún no dan crédito a lo vivido en las últimas horas, esas en que tuvieron que asumir que su padre, hijo, esposo, hermano y amigo, había partido mientras cumplía con su trabajo.
Patricio era el más joven del grupo. Se desempeñaba en Minera El Abra y según contaron sus compañeros era un hombre alegre, amante del rap. Todos lo conocían como "Topa".
Enamorado de su mujer, contaba las horas para conocer a su hijo de 7 meses de gestación. Se casó hace un año, pero llevaba mucho más junto a su esposa. Tienen a una pequeña de seis años.
Un día antes del accidente, reconoció frente a sus amigos que seguía enamorado como el primer día. Cuando ella conoció la noticia, terminó recibiendo atención médica. Su estado hizo que todo fuera más duro.
Ayer, sus restos fueron trasladados por una comitiva de compañeros de faena hasta Arica, donde recibirá el último adiós.
La mejor descripción que pudieron entregar los amigos de Carlos fue que era un hombre bueno para la talla. Con una sonrisa siempre a flor de piel, trabajar con él, irse junto en el carry all, siempre era un momento de buena compañía. Amaba a su familia y disfrutaba a concho cada día de vida junto a ellos.
Daniel quizás era el más tímido de todos, pero no por eso menos querido entre quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo y trabajar con él.
Carlos y Daniel se conocían hace bastante tiempo. Ambos recibirán un homenaje de parte de sus compañeros de labores en la mina, en horario por confirmar.
Los tres quedarán para siempre en la historia de la minería chilena.
Siete meses de embarazo tiene la esposa de Patricio, además de una pequeña de seis años.