La noticia causa temor a medida que se van conociendo los nexos: dos menores de edad se suicidan con apenas días de diferencia en el sector norte de Antofagasta. Una chica se quita la vida en agosto, mientras que la otra se ahorcó el 27 de septiembre, dentro de su casa. Horrorizada, la madre encontró el cuerpo de la chica con una pirámide dibujada en la frente, una cruz invertida, letras coreanas y el número 77 en distintas partes del cuerpo.
La madre de la menor habla con "La Estrella" a mediados de octubre. Dice que su hija era amiga de la anterior niña y que andaban en algo extraño, porque la voz de un ángel negro le habría dicho que tenía que suicidarse para luego resucitar. Ella misma fue averiguando que las niñas se juntaban en el Portal Galicia para seguir a un líder que les daba órdenes.
Supuestamente, varios niños salían de los liceos a juntarse en la avenida Brasil para jugar a la ouija, donde el líder de la secta les exigió beber tres litros de sangre. Como ellos no quisieron, les pidió que se suicidaran. Nely Fuentes, mamá de una de las niñas, decide dar la cara y contar que la obsesión del grupo de niños era hacer ritos en el Mall y en el Cementerio, casi siempre mezclando ocultismo japonés, egipcio y coreano, pero interpretándolo mal. El líder -dicho de otra forma- inventaba ritos y los niños creían todo.
En el Liceo de Hombres, el director, Boris García, muestra preocupación por lo que está ocurriendo. Hay niños que llegan a clases con libros de ocultismo y dos de ellos -uno de octavo básico y otro de segundo medio- también tienen intenciones de atentar contra su vida.
El 16 de octubre llega a la PDI uno de los jóvenes que debía suicidarse, según las órdenes de la supuesta secta satánica. El niño de 17 años cuenta que al Facebook y al teléfono pasaban llegándole mensajes preguntándole cuándo se iba a matar. Todos culpan a "Juan Limón", un tipo de 32 años que aparecía en Chilevisión jurando no saber ni cómo se jugaba a la ouija. "Yo no tengo conocimiento de culturas extrañas, lo único como dije que hace dos años atrás era gótico y encuentro ridículo que se vincule a los góticos con chupar sangre, no tiene nada que ver", dice el hombre sindicado como "líder" por varios jóvenes..
Juan Limón entrega su declaración a la PDI diciendo que él no era, pero el administrador del cementerio asegura que el hombre paseaba con menores de edad que se quedaban llorando cuando él se iba a hablar del diablo por ahí. La consternación en el país es seria, porque hasta el Grupo de Análisis e Intervención Antisectas (GAIA) llega a averiguar si existe realmente una secta en el norte.
El supuesto líder al final fue a declarar a la PDI sobre lo ocurrido, pero luego se sumergió en las sombras. De las decenas de niños que se juntaban en el centro a conversar sobre la vida y más allá, todos dejaron de verse por ahí.