El gran Marcelo Bielsa dejó la Perla del Norte
Luego de su inesperada visita, el exdeté de la Selección Chilena abandonó la comuna.
Andre Pierre Malebrán Tapia
Sonriente él, su señora, y quienes tuvieron la suerte de toparse en su camino, así se desarrolló y terminó la travesía del gran Marcelo Bielsa por Antofagasta. Un viaje tan misterioso como sorpresivo, una locura más de una de las máximas figuras del mundo fútbol.
Ayer el exdeté de la Roja tomó tranquilo desayuno en el primer piso del hotel Terrado, de talante calmo y relajado, muy diferente a la imagen con la que regularmente se le ve en el borde de las canchas de juego, el rosarino se tomó su tiempo para disfrutar de sus últimas horas en la capital regional.
Luego de eso, cerca de las 11:45 horas, personalmente llegó hasta la zona de recepción del mencionado hotel de la zona central, y pagó la cuenta de él y su señora.
Se despidió cordial de la joven que lo atendió en el check out y se tomó fotos con algunos suertudos que se lo toparon en el hall.
El "loco"
Eso sí, antes de partir tenía una acción más que ejecutar en su mente: dejó sola a su esposa en el mesón y emprendió concentrado una caminata hacia donde se encontraban unos muchachos del personal, que a esa hora preparaban las mesas para la hora del almuerzo.
Cambió la mirada y apuró el paso decidido, tal como en sus entrenamientos, o como cuando caminaba de lado a lado en la zona técnica dirigiendo a Chile.
Puso su cara de "loco" quizás por única vez en su estadía en la ciudad, y cruzó todo el piso hasta que llegó donde los trabajadores que lo miraban medio nerviosos, con cara de "¿vendrá a retarnos?".
Pero nada de retos ni reclamos, al momento de llegar junto a una de las jóvenes que lo miraba pálida, el trasandino cambió su rostro nuevamente y sonrió, entregándole un papel que aparentaba ser una boleta del recinto.
"Esto es para usted y sus demás compañeros", le dijo con su característico tono antes de darle un beso y un abrazo que la chiquilla recibió contenta en nombre de todos sus colegas de trabajo.
Dio media vuelta y apuró su paso despidiéndose de los pasajeros que estaban en el momento y los demás trabajadores.
Los últimos momentos de Bielsa en esta visita que pilló a todos de sorpresa. Caminó por la capital regional, disfrutó de unas jornadas de relajo junto a su señora, sin guardias ni medidas de disimulo que las demás figuras de su talla. Pero ya sabe, no por nada le dicen el "loco" a este grande del fútbol que, entre otros, ha sido reconocido como genio por Pep Guardiola, Sampaoli, Ancelotti, y básicamente todo este país llamado Chile.
Cinco días estuvo el técnico en suelo antofagastino, motivado por una visita a Felipe Berríos.
2010 fue el Mundial de Sudáfrica donde clasificamos luego de dos mundiales sin participar.
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