Con sólo 19 años era el "Zar" del robo de autos
Carabineros de la SEBV detuvieron a joven antofagastino que registra más de 20 arrestos y tenía 5 órdenes de detención.
Redacción - La Estrella
Vinculado a una decena de robos de vehículos está un joven de 19 años detenido en el sector norte de Antofagasta, en medio de un dispositivo especial concretado por persona especializado de Carabineros.
Según informó la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos (SEBV), dependientes de la Dirección de Investigación Criminal, se trata del imputado de iniciales I.F.E.A., conocido entre los efectivos como "Zar" del robo de vehículos en la capital regional.
Su apodo se explica en su largo historial delictivo, ya que a pesar de su juventud registra más de 20 detenciones, por delitos como el robo de vehículo motorizado, receptación de vehículo, robo por sorpresa, hurto y portar elemento para cometer delitos.
Ordenes
Todo lo anterior le valió ser buscado debido a que sobre él pesaban 5 órdenes de detención para cumplir condena. De éstas- informó la institución -tres son por el delito de receptación de vehículo, una por robo de vehículo y otra por hurto.
Sus cuentas pendientes hicieron que fuera buscado por la sección Prófugos de la SEBV Antofagasta, cuyos efectivos están abocados a la ubicación de quienes son requeridos por la justicia. Fue así como el lunes los funcionarios policiales realizaron una serie de diligencias en el sector norte de la ciudad, con el fin de dar con el paradero I.F.E.A..
Cuando eran aproximadamente las 19.30 horas, el trabajo investigativo dio resultados, al conseguir los carabineros la detención del imputado en la intersección de Avenida Salvador Allende con Sarmiento, en la población Corvallis.
Según lo informado por Carabineros, el joven aparece relacionado a 10 robos de vehículos, cometidos todos en el sector norte de la capital regional con el mismo modus operandi. Este consistía en romper los vidrios posteriores de los vehículos, para así poder ingresar a éstos y con elementos contundentes romper las chapas de contacto y darles marcha.
Una vez en poder de las máquinas, el imputado las trasladaba hacia Calama, luego de lo cual eran enviadas a Bolivia para ser intercambiadas allí por importantes sumas de dinero.