La historia del joven que inspiró al campeón de Los Arenales
Hace algunos días el "Tutipaldy" se coronó en la liga de futbolito. Pero ¿Cómo nació ese nombre? Fue todo en honor a Jesús Ramírez, quien falleció en un accidente laboral hace años. En su recuerdo, fue creado este elenco de triunfadores.
Es un fin de semana a mediados de febrero. En la cancha de la Liga de Futbolito Los Arenales, ubicada en el sector norte alto de Antofagasta, el ambiente es el de una caldera.
Se juega la final del torneo, una de las más esperadas. Por un lado está el favorito, el Boca Unido, un elenco que llegó con varias credenciales que lo candidateaban a levantar la copa.
Mientras que en la vereda contraria están los muchachos del Tutipaldy Toto, un equipo de amigos del barrio que recién con un año de vida, tienen toda la ilusión. Y cómo no, si ésta es la primera vez que participan en este campeonato. Antes, sus jugadores lo hacían en otros.
Pero la tarde es especial y las cartas están sobre la mesa. "El Tuti", como lo conocen ahí en la liga, no se ha dejado intimidar por los del Boca. Para nada, le ha hecho el peso en todo el partido e incluso ha mostrado ganas para llevarse la corona.
La tensión es máxima, tanto que el encuentro termina sin goles y todo tendrá que definirse por medio de los penales. Es ahora o nunca, todo o nada.
Al final, lo hizo ¡El Tuti lo logró! En su debut levantó la copa y comienza la fiesta en la cancha, se abre la champaña y los bailes. Es la hazaña en la liga, la celebración sigue, pero ahora fuera de la campo de juego.
Los jugadores de rojo se dirigen a continuar los festejos, llevando la copa hasta el Cementerio Parque San Cristóbal ¿Al cementerio? Sí, porque ahí está el otro ganador del equipo, quien falleció en un accidente laboral en Mejillones en 2015 y que estuvo en vida acompañándolos en la cancha.
"El Tuti"
Se trata de Jesús Ramírez Molina que celebra desde el Cielo, con sus compañeros, amigos y hermanos. Ellos, los que formaron este equipo en honor a él y que decidieron bautizar al conjunto como Tutipaldy.
Jesús era conocido por sus más cercanos como "El Tuti". El menor de cuatro hermanos que se ganó ese sobrenombre por una sencilla razón.
Cuando uno es niño, es típico llamar "tutú" para referirse a los autos, en referencia al sonido de las bocinas. "Pero cuando chico, él no podía decir 'tutú' y decía 'tuti', por eso quedó su apodo", dice su hermano Sebastián.
Lo de "Paldy" es por sus gustos. A Jesús le gustaba el mundo de los autos y la velocidad. Por lo tanto, es una clara referencia a Emerson Fittipaldi, un famoso piloto de carreras brasileño, quien se hizo conocido por sus títulos en el mundo del automovilismo.
Al unir ambos conceptos y como apodo por parte de los amigos y hermanos, nació el "Tutipaldy" como sobrenombre. El añadido de "Toto", fue utilizado sólo para este campeonato para honrar también a un amigo del equipo. Había nacido el Tutipaldy Toto, desde las entrañas del sector Bonilla.
Sebastián junto a Víctor, fueron los dos hermanos que jugaron en la final. Mientras que Juan, otro de los miembros de esta hermandad, no pudo estar presente en el tan ansiado partido.
El cuarteto de hermanos siempre ha estado ligado al mundo del deporte, específicamente al fútbol.
Por nuestro hermano
Junto a Jesús también han pasado por las canchas del fútbol amateur en la Asociación El Ancla (antes llamada Perla del Norte), vistiendo la camiseta de Racing.
Este gusto por el rey de los deportes tiene que ver con la genética. Por la familia Ramírez está presente la pelota de fútbol en sus venas, herencia que les llegó a los muchachos por parte del patriarca, Luis Ramírez.
"Mi papá jugó en el fútbol profesional, en Audax Italiano y Magallanes. Él nos inculcó el fútbol. Nosotros vivimos en El Salvador y estuvimos en Cobresal y otros lados", comenta Sebastián.
¿Y cuál era el equipo preferido del "Tuti? Pues no tenía favorito, simplemente de la selección chilena y es por eso que la camiseta del Tutipaldy es también roja.
La presencia de Jesús en el equipo no sólo se remitió a la final, ya que como especie de cábala futbolera, sus hermanos siempre lo visitaban en el cementerio para encomendarles cada partido antes de jugarlo. Algo así como un ritual sagrado, inamovible.
"Siempre vamos para allá, con la familia y los vecinos, para dedicarle los partidos a él", añade Sebastián.
Por supuesto, una vez que lograron la final asistieron a verlo una vez más. En esta ocasión, llevando la copa hasta la sepultura, para celebrar en familia y entre vecinos.
"Íbamos a ir el mismo día pero la final la tuvimos a las 6 de la tarde y el cementerio cierra a esa hora. Por eso, fuimos al día siguiente con la copa y todo, todos nos miraban ahí, jajajaja (ríe)", añade.
Y el trofeo se quedó con la familia.
En la casa junto a la familia de los hermanos Ramírez, permanece la copa de Los Arenales en honor al "Tuti".
Sebastián aún se emociona cuando le preguntan por su hermano, el regalón de la familia.
"Era la alegría de la casa, aparte que era la guagua, siempre andaba tirando la talla, por eso cuando fue la final fueron varios amigos de él para allá", agrega. De esta forma, el recuerdo de Jesús Ramírez vive presente en esta familia y grupo de amigos unidos en el peloteo de barrio.
Y ahora los nuevos desafíos que tendrá el Tutipaldy FC será esperar que comience un nuevo torneo en Los Arenales, donde piensan luchar por el bicampeonato: "Ahora todos se quieren ir para el equipo de nosotros, jajaja, porque llevamos a toda la familia", dice Sebastián sobre lo que se viene.
Pero antes que ruede nuevamente la pelota en el futbolito de este sector, participarán como invitados en un campeonato que se realizará en el sector Cerro Pedregal a beneficio. Serán los ocho mejores que estuvieron en Los Arenales, los que jugarán en este desafío.
Y por supuesto el Tutipaldy dirá presente una vez más, en donde al igual que en la final, Jesús "El Tuti" Ramírez será un jugador más de este cuadro, acompañando en espíritu a su equipo que se encamina por la vía de los triunfos.