Redacción - La Estrella de Antofagasta
T ras un segundo juicio oral, y luego de pasar un año y un mes tras las rejas, Blanca Paredes recuperó su libertad.
Si bien la vecina mejillonina- cuyo caso motivó una fuerte campaña en las redes sociales, exigiendo justicia debido a su historia de vida y los maltratos sufridos a lo largo de su matrimonio -nuevamente fue condenada por el delito de parricidio frustrado, esta vez se logró acreditar que fue víctima por más de 35 años de violencia sicológica, lo que la llevó a actuar con arrebato en contra de su marido.
En este segundo juicio, realizado entre el martes y miércoles, el Tribunal Oral en lo Penal de Antofagasta acogió dos atenuantes y el Ministerio Público retiró la agravante de alevosía que había invocado en el primer juicio. Con ello, la defensa solicitó que se modificara la prisión preventiva a la cual estaba sujeto, lo que fue concedido el miércoles.
Drama
El drama familiar ocurrió el 31 de mayo de 2016 en su hogar de Mejillones, cuando angustiada y en un arrebato, clavó un cuchillo en la garganta de su marido.
Al ser llevada a juicio, representada por un abogado particular, Blanca fue condenada a 10 años y un día. Ello hizo que la comunidad se movilizara y llegara hasta el ministro de Justicia, quien al conocer los antecedentes sugirió la actuación de la Defensoría y fue la propia defensora regional, Loreto Flores Tapia, quien activó los mecanismos de acción de la defensa penal institucional.
El recurso de nulidad presentado fue acogido por la Corte de Apelaciones, que ordenó un nuevo juicio. Junto con ello, la Unidad de Apoyo a la Gestión de Defensa y la sicóloga de la Defensoría Regional tomaron contacto con la imputada, desarrollando todas las acciones de colaboración a la actuación de los defensores Karin Rivas y Stephen Kendall.
En este segundo juicio, el tribunal estableció que condena a la imputada como autora del delito frustrado de parricidio, pero establece que "durante la vida en común, la encausada fue de modo sistemático violentada psicológicamente por su cónyuge a través de insultos, descalificaciones, menosprecios, en su condición de mujer, madre y esposa no obstante el cuidado, el respeto y las atenciones que ella le dispensaba"
Asimismo, el tribunal acogió la tesis de la defensa en relación a que en este caso es particularmente relevante el enfoque de género con que se debe abordar, dado que además de ser el sostén económico de su hogar, desarrollaba el rol de protección hacia sus hijos y sus nietos. Se configuró, además, la atenuante de arrebato u obcecación que propuso la defensa y que se suma a su irreprochable conducta anterior. Flores destacó que el fallo "materializa todos los esfuerzos que la Defensoría Regional desarrolla en todos los casos que asume, pero particularmente en aquellos en que se deben tener en cuenta aspectos que derivan de una vulnerabilidad".