Ilegalidad en clínicas privadas

Señor director:

La semana pasada llevé a mi hijo Renato (de un año) a urgencia de una clínica privada y la indicación médica fue internarlo por deshidratación a raíz de rotavirus. En admisión me exigieron un prepago de 3 millones de pesos vía transferencia bancaria o efectivo dado que su prestación de salud es Fonasa.

Al no tener disponible en ese minuto esa cantidad de dinero, llamé a la Superintendencia de Salud y me dijeron que era ilegal lo que estaba haciendo la clínica y que podía levantar un reclamo.

En ese momento de urgencia lo único que se pudo hacer fue trasladar a Renato a un hospital público en ambulancia y conectarlo a suero y medicamentos por estricta instrucción de la doctora que lo estaba atendiendo, quien además señaló que debía mantenerse así por 3 días.

Al llegar al hospital, lo primero que hicieron fue sacarle el suero, y lo atendió un doctor (acompañado de estudiantes) quien ni siquiera lo examinó.

Un bebé deshidratado es de alto riesgo y la aflicción e impotencia como mamá es inexplicable. Renato y yo estamos en Fonasa, porque soy diabética tipo 1 y ninguna, pero ninguna isapre me recibe.

¿Qué es lo que tengo que hacer? ¿Esperar una situación más grave aún para estar dentro de los catastros de negligencias?

Jeanette Carrillo Espinosa

Se quedó corto

Estimado director:

Sir Winston Churchill, político británico, manifestó que "Un político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo". Aplicando la cita a nuestros políticos, diríamos que en su mayoría no han demostrado condiciones para lograr predecir nada, ni siquiera su propia vida política, menos entonces lo harán con el futuro de Chile. Sería larga la lista de ejemplos. Y en cuanto a lo segundo, nuestros políticos son los reyes para explicar por qué lo que prometieron no lo cumplieron. En ese caso Churchill quedó corto en su cita. Nuestros políticos en esas materias son dignos de dictar cátedra, la imaginación no tiene límite, explican hasta lo inexplicable, y todo esto pasa porque cuando prometen, no arriesgan nada, porque saben que no le rendirán cuentas a nadie.

Luis Enrique Soler Milla