La responsabilidad de los vocales en las presidenciales
Para muchos las elecciones de noviembre fue la primera vez, donde la falta de experiencia dio paso a varias anécdotas. Este domingo afrontarán su segundo proceso con miras a definir al próximo Mandatario de Chile.
Cristian Puebla H - La Estrella de Antofagasta
Este domingo nuevamente habrá que levantarse temprano, tomar un buen desayuno y cumplir con el deber cívico. Al igual como ocurrió el pasado 19 de noviembre, nuevamente tendré la misión de ser presidente de mi mesa, la 132 de la Escuela "Ljubica Domic Wuth", frente al diario. Al menos el colegio está en el centro y puedo caminar desde mi casa con tranquilidad para participar de esta segunda patita de mi primera experiencia como vocal, la que tiene cosas positivas, pero también muchas para mejorar.
Creo, al menos en mi establecimiento, que un alto porcentaje de los vocales de mesa debutaba en estas "instancias". Y no fue necesario preguntar si alguien tenía experiencia, ya que desde que recibimos nuestras cajas con los votos y el material, las personas que teníamos que cumplir con esta responsabilidad, literalmente no teníamos idea.
Un día antes acudimos a una "inducción" donde supuestamente nos prepararían para ser vocales, nos entregarían algunas pautas y resolverían dudas, pero la reunión duró menos que "propaganda electoral". Más informaron sobre cuánto nos iban a pagar y que no habría colación. Con suerte nos dijeron que la persona tenía que llevar su carnet y que estaba prohibido fotografiar el voto, y que si alguien llegaba "entonado" debíamos informar al encargado del colegio para que ellos determinaran qué hacer.
Con esa pincelada de información nos fuimos para la casa, a prepararnos para ser protagonistas de las Presidenciales, Parlamentarias y Core 2017.
Elección
Las mesas están compuestas de cinco vocales, pero con tres se puede funcionar. La mía tenía a tres, los mismos que acudimos a la reunión previa. Eran las 8:18 y partimos a buscar nuestros implementos para ordenar la gran cantidad de votos y actas que al final de la elección teníamos que llenar en tres copias, informar que oficialmente la 132 estaba abierta y recibir a los votantes.
Decían que las primeras horas eran lentas y están en toda la razón. Pocos llegan temprano por el miedo a que te dejen de vocal, pero la verdad, si hay tres personas es muy difícil que obliguen a alguien. En mi mesa el primero llegó como a las 9:30, casi una hora después de comenzar el proceso, en ese tiempo junto a mis compañeras aprovechamos de conocernos un poco, y creo que en la mayoría de las salas ocurría lo mismo, ya que en los pasillos se veía muy poca gente.
La primera persona en votar era un caballero de edad prolongada. Llegó con su carnet y una antigua cédula donde salía el número de la mesa. Mientras esperaba su voto, me comentaba que le gustaba acudir temprano y que solamente no votó en una elección ya que no estaba en Antofagasta.
El hombre, de aproximadamente 70 años, acudió a la cámara y en un par de minutos estuvo de vuelta con sus tres votos. Recuerdo que dijo "me confundí con tanto nombre de concejal (en realidad Core)...Deberían poner un tope, ya que varios no tienen ni idea de cuáles son las funciones del cargo", y creo que tiene toda la razón.
Con el correr de las horas el movimiento aumentó. Los encargados del proceso aparecían de vez en cuando para preguntar si todo estaba bien, si había dudas, pero a esa altura del partido ya teníamos todo clarito, al menos en esta primera parte de la elección. También llegaron algunos apoderados de ciertos candidatos a pedir información y avisar que por la tarde estarían para el recuento de votos. Mientras que afuera de la sala se empezaban a formar las primeras filas, estábamos cerca del mediodía, y el trabajo para los vocales empezó a tomar tonos "estresantes".
Curiosidades
Como en todo proceso hay curiosidades. Nos tocó ayudar a personas en situación de discapacidad a votar, incluso yo en mi calidad de presidente marqué los votos de un caballero que no trajo sus lentes y pidió ayuda porque no veía el nombre de los candidatos. También no faltó la persona que se equivocó de mesa, y peor, de colegio. Pero lo más curioso e insólito pasó cerca de las 2 de la tarde.
Una joven, poco más de 20 años, llegó a la mesa y pidió unirse ya que era vocal. Todos nos miramos y al más estilo Condorito quedamos plop. Le dijimos que no podíamos recibirla por la hora y que fuera a hablar con la delegada del establecimiento. Después de mucho rato la encargada llegó y nos comentó que la joven fue devuelta a su casa y que tendría que pagar la multa, era como obvio, pero como dice el refrán: "De todo hay en la viña del Señor".
A las 18:00 horas en punto se cerró la mesa, con 147 personas que sufragaron de un total superior a los 300, vale decir, poco menos de la mitad acudió a cumplir con su derecho.
Ahora se venía el recuento, la segunda parte de este proceso, más complicada por la cantidad de postulantes, tanto para diputado como para Cores, donde hubo muchos detalles que muy pocos saben.
Recuento
La urna con los votos para Presidente fue la primera en abrirse. Inmediatamente llegó un apoderado a ver que todo fuera transparente. Yo tuve la misión de nombrar al candidato, saqué la mejor voz de relator deportivo, y así empezó el recuento. Hasta ese instante todo estaba dentro de lo normal.
Terminado el conteo se tuvieron que llenar las actas, guardar los votos en sobres diferentes y llevar todo al delegado. Eso tomó varios minutos, y por ende el conteo para diputados empezó cerca de las 20:00 horas.
Antes de partir con la firma de los votos se notaba cansancio en los vocales de mi mesa y la que estaba enfrente, donde había cuatro mujeres que también para ellas era su primera vez. El ánimo no era el mismo y si sumamos que la lista de postulantes era gigante, el panorama no era muy alentador.
El recuento de votos para diputados duró poco más de una hora. También hubo apoderados que llegaron para la transparencia del proceso. En el piso se ordenaban los votos, ya que no había mesa que sirviera para colocarlos debido al gran número de candidatos. Algunos no sacaron ninguna preferencia, una pena para ellos, tanto trabajo para nada.
Si bien no hubo almuerzo, algunos amigos y familiares se apiadaron de nosotros y nos llevaron algún "sanguchito". Le agradezco a mi compañero sanluisino Leonel Cabezas, que se cuadró con sus hamburguesas para mí y mis compañeras.
Debido a lo anterior, cerca de las 9 de la noche teníamos hambre, cansancio acumulado, el cuerpo molido y aún quedaba lo peor... El recuento de votos para Core. Si para diputados la lista de candidatos era gigante, para Cores era inimaginable.
Poco antes de las 22:00 horas partimos con el recuento ¿Apoderados?, con suerte uno estuvo al inicio, de repente algún militar ingresaba para ver que todo estuviera normal, pero creo que no hubo un control, o mejor dicho una preocupación para esta parte del proceso.
En mi mesa hubo varios votos blancos, que de seguro también ocurrió en varias mesas en todo el país. Espero que quienes tuvieron la responsabilidad de ser vocales, y presidentes de mesa hayan sido correctos en el proceso, ya que era muy fácil marcar un voto para el candidato que uno apoyase, ya que literalmente lo digo... No existía control.
Para este domingo la historia será diferente. Será sólo una elección, se terminará más temprano y de seguro habrá varios ojos puestos en cada una de las mesas. Se define el nuevo Presidente, y quienes otra vez seremos vocales, estaremos al pie del cañón para cumplir con nuestra misión como chilenos.