Así instruyen en Daya sobre la extracción cannábica medicinal
Debido a la gran inquietud por parte de la comunidad sobre qué es y cómo se elabora el "aceite de cannabis", la fundación ofreció un taller en Antofagasta, y ya adelantan que se vendrán más talleres y charlas.
La organización sin fines de lucro que desarrolla asesoría y acompañamiento en la temática del autocultivo y terapia con cannabis medicinal, Fundación Daya, enseñó su trabajo a la comunidad el pasado fin de semana con un taller de extracción.
La actividad que además sirvió para estrenar sus nuevas dependencias -ubicadas ahora en Avenida Argentina 290 (entre Homero Ávila y Nicanor Plaza)- contó con la presencia de 12 personas que pudieron aprender todo lo necesario para elaborar su propia medicina en casa.
En dicho encuentro se aprovechó, además de informar sobre los trabajos que realizan los voluntarios y profesionales que participan en la mencionada organización, de invitar a visitar el 'fan page' de Facebook: "Fundación Daya Antofagasta", sitio donde se puede gestionar las reservas de horas de atención.
Importante este último punto, ya que hasta hace poco se encontraban atendiendo con horario fijo en un espacio del Barrio Brasil, pero ahora la manera en la que canalizarán sus atenciones será completamente por su sitio de Facebook. La razón para aquello es poder dar mayor cobertura de una forma que no sea tan rígida, para poder coordinar además con tiempos más cómodos tanto para los profesionales como los usuarios.
Tratamientos
La cofundadora de Fundación Daya Antofagasta, Faviola Gutierrez, contó su experiencia a los presentes, explicando que "mi hijo de 17 años tiene autismo. Los medicamentos le hacían mal. En el 2014 empecé a aplicar la extracción de cannabis como medicina alternativa y ha dado muy buenos resultados".
"Invito a que los padres que tiene hijos con problemas de salud se atrevan a probar otras cosas, por experiencia mi hijo ha mejorado bastante, ya no tiene problemas en el colegio, en el doctor, anda muy bien", añadió.
El representante de Fundación Daya Antofagasta, Stavros Galiachi, comentó a La Estrella sobre esta iniciativa: "estamos muy contentos de estar creciendo tan rápidamente. Este 2017 hemos notado mucho interés de la comunidad en informarse sobre el cannabis medicinal, y esto ha llevado a que hoy tengamos dos terapeutas y tres médicos atendiendo varias horas todas las semanas, y un sistema de reserva de horas online".
-¿Hoy, quiénes son Fundación Daya Antofagasta?
Actualmente llevamos más de dos años trabajando en la ciudad y somos un equipo de unas quince personas, dentro de las cuales hay médicos, terapeutas, asesores jurídicos, cannabicultores (encargados de asesorar los cultivos y las posteriores preparaciones de las terapias medicinales), y ahora, durante este mes, se unió una veterinaria, por lo tanto durante el 2018 se va a abrir el área veterinaria, que es algo que estábamos esperando hace rato. Funciona muy bien con las mascotas, y ya está funcionando harto en Santiago y en Quilpué.
-¿Cómo funciona con las mascotas?
Es exactamente el mismo proceso de cultivo y preparación, y se suministran dosis distintas sí, pero finalmente es el mismo formato. Lo importante con la cannabis medicinal, son los formatos de consumo, porque por ejemplo alguien que tiene dolor crónico, cáncer o epilepsia... [Para ellos] fumar nunca jamás va a ser un formato medicinal. Si es que es inhalado se destruye la mitad de los componentes que podrían ser finalmente medicinales, y vaporizado tampoco porque es muy psicoactivo, y uno de los efectos colaterales no deseados durante la terapia es el psicoactivo [...] Un macerado de aceite de oliva, así que como la extracción con solventes que da una resina, son formatos poco psicoactivos, eso quiere decir que tú recibes todos los beneficios terapéuticos, como por ejemplo la mejora del sueño, la mejora del apetito, la disminución de las náuseas y vómitos en el caso de VIH, o de efectos colaterales de una quimioterapia, o la disminución del dolor y efectos analgésicos, entre otros.
-¿En qué varía un medicamento en relación a tratamientos?
Mira, más que diferencia entre los formatos de consumo, es la diferencia entre las plantas que se utilizan para el preparado. Hay plantas más índicas que son utilizadas para la relajación, para dormir en la noche; en cambio la sativa es utilizada para dar más ánimo y tiene otros efectos. También son diferentes las que son altas en CBD (cannabidiol), que es uno de los muchos cannabinoides que tiene que ser más conocido, porque es el que se utiliza en casos de epilepsia.
-¿Cómo lo hace alguien que quiera aprender a fabricar, se necesitan permisos?
Hoy en día no existe un permiso. Lo que busca la Ley 20.000 es sancionar el microtráfico y el narcotráfico, y lo que está permitido en la ley expresamente es el cultivo con fines de uso personal y próximo en el tiempo. Dentro de los usos personales está el uso médico, ¿y cómo se avala? Con el diagnóstico de un especialista, y ahí nuestros médicos pueden emitir la receta. Entonces quién puede ser paciente es quien tenga su diagnóstico, y que obviamente padezca de una patología que tenga relación con los beneficios de la cannabis medicinal.
-¿Cuántos conoces que usen esa indicación médica en Antofagasta?
Nosotros hemos entrevistado a 400 familias. Obviamente no todas empezaron a cultivar porque se requiere un esfuerzo monetario, pero yo creo que la mitad sí está cultivando. Es un gran paso que ellos estén haciendo su propia medicina. Y sobre las dudas, solo acercarse, tanto de la parte legal o médica. Nosotros somos el punto de información trabajando con arriba de 10 mil a nivel nacional, y durante el 2018 vamos a continuar con las charlas masivas.