Toda una vida dedicado a la enseñanza de alumnos en la región
El profesor Carlos Segovia lleva 48 años como docente y actualmente espera por su jubilación para poder descansar, tras varios años al servicio de los estudiantes de Antofagasta, Tocopilla y Calama, a los cuales los recuerda con cariño.
Sentado en su pupitre alza su cabeza al cielo para recordar todas las bellas experiencias que tuvo en sus 48 años enseñando a una gran cantidad de alumnos, tanto en Calama, Antofagasta y en su natal Tocopilla.
Es que para el querido docente Carlos Rodolfo Segovia Rojas, de 69 años, este 2018 será más que especial, porque ya realizó los trámites para su jubilación y para abandonar de una vez por todas las aulas que lo cobijaron prácticamente toda su vida.
Para este tocopillano de "tomo y lomo" siempre le gustó la pedagogía, desde cuando cursaba su enseñanza básica en la ex Escuela N°1 (actual Arturo Prat) y luego la media en el Liceo "Domingo Latrille".
Fue así que al terminar sus estudios en Tocopilla, se fue a la Escuela Normal de Antofagasta, donde terminó en 1971 sacando la carrera de profesor de Castellano, hoy Lenguaje y Comunicaciones.
Su primer trabajo fue en la Escuela de Aplicación de Antofagasta, por lo que las vueltas del destino hizo que Segovia llegara luego a laborar como profesor en la misma ex Escuela N°1, donde cursó su básica, por lo que muchos de sus antiguos profesores se transformaron en sus colegas, los cuales lo volvieron a guiar, pero ahora en la enseñanza de los niños.
"Los profesores que estaban en ese momento eran los mismos que me habían hecho clases, por lo que pasaron a ser mis colegas y fue algo muy emocionante, porque ellos mismos te enseñaron a leer y a escribir. Por lo que era difícil decirles colegas y por ello siempre les decía mi profesor", enfatizó el profesional.
Recordó que fueron lindos momentos los que vivió en la ex Escuela N°1, por lo que luego trabajó en el Liceo Domingo Latrille y tras esto fue uno de los fundadores del Liceo Politécnico "Diego Portales" de Tocopilla.
"Fui uno de los fundadores en 1971 del Liceo Politécnico, que antes funcionaba donde estaba la ex Escuela Vocacional, al lado de la Municipalidad", destacó Segovia.
Tras esto, su carrera docente lo llevó a trabajar en la ex Escuela N°7, hoy "Carlos Condell de La Haza", hasta 1981. Posteriormente, en septiembre del año siguiente y antes que ocurriera la Municipalización de los establecimientos educacionales, se vino a trabajar a Calama.
Nueva etapa
En 1982 Segovia llegó a laborar a la "Tierra de Sol y Cobre", precisamente en la ex Escuela N°1 de Calama, hoy D-48 "Presidente Balmaceda", considerada como el establecimiento más antiguo de la capital minera.
Tras esto, el profesor tocopillano emigró hasta la ex Escuela N°15, donde se encuentra actualmente el CEIA, que posteriormente se transformó en la E-31 "Andrés Bello", cuando funcionaba en la Bodega de la COMDES.
Fue así que en este lugar en que Segovia con el director Luis Pastén Riveros lucharon para que se construyera la Escuela Andrés Bello, en un sitio ubicado en la Villa Los Pimientos, precisamente en calle Los Chañares.
"Luchamos para que nos construyeran la actual escuela E-31, por lo que en 1984 nos trasladamos desde la Bodega de la COMDES a Los Pimientos", recordó con nostalgia Segovia.
Su gran amor
Sin lugar a dudas que la escuela que más marcó a este docente fue la "Andrés Bello", donde con el paso del tiempo llegó a ser el director de este establecimiento.
"Fui por cerca de 13 años director en la Andrés Bello, por lo que fue en el único establecimiento que llegué a ocupar este cargo, por lo que este recinto educacional es al que más le guardo cariño y donde más tuve satisfacción en mi carrera, aunque igual también la ex Número 1 de Tocopilla, donde hice mis primeras armas", confesó el docente.
Quien agregó que en la "Andrés Bello" lograron la excelencia académica y ser reconocidos como escuela autónoma.
"En la región en ese tiempo habían tres escuelas autónomas, dos en Calama y una en Antofagasta, y nosotros éramos una de ellas, que es lo máximo que tú alcanzas en el sistema", declaró con orgullo Segovia.
A su vez, este docente no solo se dedicó a la enseñanza, sino que también al fútbol al ser uno de los refundadores del equipo Magisterio, que juega en la Afulcracks de Calama.
"Salimos campeones, siendo uno de los capitanes del equipo y esa satisfacción me queda de haber representado a los profesores", dijo.
Pronto a jubilarse
Tras su largo paso en la Escuela E-31, Segovia emigró al Centro de Educación Integral de Adultos (CEIA), donde actualmente se mantiene trabajando sus últimos días antes de dejar la carrera docente.
"Estamos esperando que el Ministerio de Educación nos reconozca los años de servicio y se nos pague para que nos vayamos", precisó el profesor.
Por último, el querido docente enfatizó que son muchos los recuerdos que guarda en sus 48 años de carrera.
"Son muchos recuerdos y muchas cosas lindas, en que tú te encuentras en la calle con profesionales, como ingenieros, médicos y profesores que han sido tus alumnos, y que te reconocen y siempre te saludan, y no te olvidan, y eso es lo más bonito", dijo.