¿En qué está la tribu gótica de Antofagasta?
Decenas de jóvenes llenaban el Paseo Prat y otras galerías para compartir su pasión. Hoy muchos de ellos dejaron la ciudad, pero otros mantienen aún sus encuentros.
Fueron algunos de los más sobresalientes de la reciente era de tribus urbanas en Chile. En Antofagasta hace diez años llenaban los accesos al Caracol y otras céntricas galerías, y "lo daban todo" en la pista de baile de la Máquina. Pero si bien hasta no más allá del 2011 los góticos y dark parecían ser lo últimos orgullosos sobrevivientes de dicha variopinta corriente cultural en Chile, hoy solo quedan rastros de esas multitudinarias aglomeraciones.
Entonces la pregunta es: ¿qué pasó? La escritora Andrea Ocampo escribió en su libro "Ciertos ruidos. Nuevas tribus urbanas chilenas" (2009), que se constituían principalmente de adolescentes que tenían en común una estética determinada y, especialmente en el caso de góticos y hiphoperos, expresaban ideas sobre su percepción de la sociedad. Bien sabe de ello Ana Liz González quien lleva años no solo formando parte de la comunidad antofagastina, sino que también produce eventos hasta el día de hoy.
Ana agrega a lo mencionado por Ocampo que en el caso de los góticos locales sus ideas todavía los unen, solo que no ha sido otro que el inexorable paso del tiempo lo que los ha separado.
Hasta el 2011, cuando aún existía la Máquina -pero ya decayendo-, se hacían los últimos eventos masivos. Con el tiempo se movieron hacia la Moon (Rancho Paraíso), Sala Roja (abajo del Aquiles), en la exJoe Black, en el Bar Irlandés (también Barrio Santo), Boliche, una sede del sector de la Feria de las Pulgas, Bardos (Parque Brasil), la Underboys, Sala Fusa y, recientemente, en el nuevo Bardos (Angamos 906).
"Lo más complicado para que hoy se generen las instancias para hacer eventos de este tipo, es encontrar locales [...] por eso hoy cuesta mucho y se hace una o dos al año. Cuesta mucho porque los dueños obviamente quieren lucrar, y saben que hoy el público no es masivo. La gente no va tanto", comenta a La Estrella la también diseñadora.
Tribu
Pero si por un lado la baja en las entradas se nota, aquellos que realmente se sienten parte de la cultura dark pueden disfrutar hoy de incluso mejores espectáculos.
"Intentamos crear eventos con bastante detalles, no solamente un dj con su música y baile. Ahora se juega más con la parte estética, con eventos para nada lejanos a los que hacen en Santiago", añade.
De acuerdo a lo que piensa la joven que lleva años casi catastrando a la tribu, del 2011 a la fecha, casi la mitad han dejado la ciudad, principalmente hacia la capital, y del resto, una cantidad no menor ha dejado su característica estética por sus deberes laborales y familiares.
"Muchos son padres, así que pasan a hacer, entre comillas (SIC) un poco más "adultos"... Dejan de asistir a los eventos y pasan a disfrutar quizás no de una forma tan pasional a como lo hacían antes, pero mantienen la tendencia [...] Esto hoy se puede disfrutar en menor eventos, pero por ejemplo yo nunca he considerado esto una tribu urbana como las demás que eran moda. A mí me apasiona mostrar una cultura que existe y siempre ha existido en Antofagasta. Esto finalmente es arte,", remata.