Presentan Protocolo de Ingreso a pacientes con Disforia de Género
El Hospital Regional es el tercer establecimiento del país que cuenta con este programa.
Vicente Vega tiene 21 años, estudia nutrición en la Universidad Santo Tomás y es parte del Protocolo de Ingreso a personas con disforia de género que lleva adelante el Hospital Regional de Antofagasta. Esto, con el propósito de tratar a las personas en todo lo que implica médicamente hacia su nueva sexualidad, siendo el tercer establecimientos que lo realiza a nivel país.
Hace tres meses que Vicente está en el protocolo y ya recibió su primera inyección de hormona. "Estoy acá en el hospital hace como tres meses con el protocolo, (...) me han apoyado bastante porque en verdad no tenía conocimiento de nada", dije Vicente.
El joven explicó que cuando empezó con su tratamiento para cambiarse de sexo, lo hizo de manera particular. "Yo pagaba mucha plata en exámenes, en inyección, la verdad gastaba mucha plata. (...) Me atendía con un doctor y nunca me derivó con un doctor, nunca me dijo nada… yo le decía que sentía dolores y él me decía que era normal , entonces yo llegué acá y me dijeron que me podía dar muchas cosas que yo no tenía idea", manifestó Vega
Protocolo
Hace dos años que el Hospital Regional inició una marcha blanca de este Protocolo de Ingreso y que a la fecha ya tiene 57 pacientes de la ciudad de Antofagasta.
"Esta unidad lleva dos años trabajando con tratamiento tanto hormonal como de la parte de salud mental y también estamos enfocándonos en la parte quirúrgica de los pacientes que están en su tránsito de género y de sexo hacia el sexo deseado", expresó el doctor Antonio Zapata, endocrinólogo adulto y médico jefe de la Unidad Identidad De Género del establecimiento.
El profesional explicó que los pacientes trans primero tienen que tener una evaluación psicológica antes de ingresar al programa, luego son ingresados al programa de identidad de género del hospital donde son evaluados por la unidad de endocronología, se les hacen exámenes pre tratamiento para ver que no haya ninguna contraindicación por el uso del tratamiento hormonal. "Cuando se ha completado un año y medio de tratamiento son reevaluados y si el paciente desea transitar a un tratamiento quirúrgico se le ofrecen alternativas quirúrgicas", indicó Zapata.
Cabe destacar que este programa solo atiende a pacientes de la ciudad de Antofagasta. "Nosotros somos el tercer centro grande que está haciendo este tipo de tratamiento a nivel país, por lo tanto como no sabíamos cuánto iba a ser la demanda de los pacientes, cuanto que iba a costar para el hospital, decidimos hacer el tratamiento enfocado a pacientes de Antofagasta", agregó el médico.
En tanto, Héctor Andrade, director del Servicio de Salud de Antofagasta, recalcó que "este es un hito muy importante, es un hecho concreto que da cuenta de los avances que se tienen en salud, en el sentido de humanizar la atención de salud, no solamente dar un aspecto clínico sino que también un aspecto desde el punto de vista de las personas, en su propia identidad".
Por su parte, la presidenta de la agrupación trans Arcoiris, Mackarena Salles, manifestó su satisfacción por este protocolo pero insistió en que seguirán luchando por los derechos de las personas trans.
"Nos gustaría que se expandiera para Taltal, Calama, Tocopilla, Mejillones, porque no solamente hay personas trans viviendo en la ciudad de Antofagasta también hay muchas compañeras, entonces es difícil porque algunos acceden a la clandestinidad para ponerse inyecciones de silicona lo cuál ha producido en muchas personas la muerte", explicó Salles.
Discriminación
Aún con el avance que está teniendo la ciudad con este protocolo, tanto Vicente como otras personas trans han tenido que lidiar con la discriminación por parte de la sociedad. "Es fome no sentir el apoyo de la gente, que te llamen por el nombre que sale en la cédula de identidad y no por tu nombre social… yo he pasado muchas vergüenzas, a veces tengo que decir que me digan Vicente pero igual me llaman por mi nombre verdadero", dijo el joven.
Cabe destacar que en el protocolo también pueden recibir el tratamiento menores de edad pero con el consentimiento de los padres.