Ricardo Muñoz Espinoza
Más de 12 horas de ocurrido el gigantesco incendio, el olor a material carbonizado y humo seguía presente por el sector del paseo Matta, llegando hasta el monumento dedicado al Padre Hurtado.
Las huinchas de seguridad impedían el paso de las personas, mientras los equipos de emergencia continuaban con el trabajo y con la luz del día, se podían notar los verdaderos efectos en la infraestructura que dejó el siniestro.
Los daños eran totales, donde los principales afectados fueron los locales de la tienda Eduss, una de las más tradicionales de Antofagasta y también del Centro Comercial Siglo.
Nada pudo salvarse en dichos recintos. Una de las preocupaciones era una mascoteca que se ubicaba en el edificio de calle Baquedano, sin embargo ésta ya no estaba funcionando en sus dependencias.
Camila Castillo es administradora del centro comercial y relató que "llegamos cuando el incendio recién se había desatado, no estaba controlado en ese momento. Había una baja de agua en el centro y produjo que la primera media hora se propagara con mucha facilidad...Cuando llegamos estaba todo en llamas".
Castillo añadió que durante la madrugada comenzaron a llegar poco a poco los trabajadores de los locales del edificio. "Al principio comenzaron a llegar con las esperanzas de que si en algún momento se podía controlar, así ingresar y hacer retiro de algunas cosas que pudiesen haber quedado... Con el paso de las horas nos dimos cuenta que el incendio lo estaba devorando absolutamente todo, por lo que finalmente comenzaron a hacerse la idea de que era pérdida total".
Efectivamente, en sólo cosa de horas las llamas arrasaron con todo a su paso y posteriormente llegó la confirmación de Bomberos: nada se pudo rescatar y no sólo eso, debido al daño la estructura tenía riesgo de colapso.
Camila agregó que lamentablemente, los locatarios que allí trabajaban eran en su mayoría emprendedores, primordialmente extranjeros y que ahora verán afectada su fuente laboral.
"Hay que pensar que son personas que han puesto todas sus esperanzas en su negocio propio y ahora se ven afectados ellos y sus grupos familiares, los que son muchos los que están expuestos...Lamentablemente lo perdimos absolutamente todo", finalizó Camila Castillo, añadiendo que hace 10 años funcionaba la galería y que en último tiempo se estaban realizando trabajos para la mejor atención del público.