La mordió un perro y ahora no puede ni hacer deporte
Erika Stubing denuncia que fue atacada por un can que la mordió en una pierna. Ella es velocista y lleva meses sin correr.
Ignacio Araya
Hasta el 2 de enero pasado, el tiempo libre de Erika Stubing estuvo dedicado exclusivamente al deporte. Ella es velocista, y ese día se iba caminando al Estadio Regional Calvo y Bascuñán cuando -asegura- en la esquina de Homero Ávila con Galleguillos Lorca, donde está la feria 14 de Febrero, apareció un perro blanco, estatura mediana, al parecer quiltro.
Erika no le dio mayor asunto a los ladridos del perro "porque estoy acostumbrada a eso y no tengo mucho miedo", dice. Se dio vuelta para seguir su camino y en eso, el perro se lanzó. Según la declaración que después prestó en Fiscalía, en las tres o cuatro veces que el animal mordió a Erika, los dientes del animal le causaron una profunda herida que hoy, a casi cuatro meses de lo ocurrido, le impiden volver a correr como antes.
En su departamento del sector sur, la mujer cuenta que aún no puede volver a la vida que tenía antes, pese a que el doctor le dijo que su buen físico le permitirá tener una buena recuperación. Un informe médico emitido tras una ecotomografía, en marzo, indica que existe un desgarro del músculo gemelo interno con colección líquida interfascial.
Ese día, Erika Stubing asegura que nadie la ayudó. Después del ataque, el perro arrancó con dirección desconocida, y a la Fiscalía ella declaró que se tuvo que ir caminando apenas hasta Angamos, hasta que los transeúntes la ayudaron. Un rato después llegó su hija Ingrid a asistirla, trasladándola hasta un centro asistencial.
"Ya me cicatrizó la herida", cuenta la vecina del sector sur de Antofagasta, actualmente jubilada pero que debe vivir de la venta de seguros. "Pero tengo el problema que tengo duro... y ahora por lo menos se me ha desinflamado un poco", se resigna.
Miedo
El problema es que ahora Erika Stubing le tiene terror a los perros. Si quiere bajar desde su casa en Nicanor Plaza hacia el Estadio Regional o hacia la playa, se da una tremenda vuelta que logre evitar la presencia de perros que deambulen por el sector.
"Siempre he querido a los animales, pero pienso que todo que tiene ser en un orden. Los animales no tienen la culpa, la tienen las personas", cuenta Stubing. Y aunque lo ocurrido aún la mantiene con un terror hacia los canes, no ha dejado el deporte, manteniendo actividad física menor. Lo que a ella le molesta, sobre todo, es que ha ido a todas las instituciones posibles a denunciar el problema, pero nadie le puede dar una respuesta.
Además, todos los exámenes y tratamientos le han salido plata que cuesta reunir, porque no le va muy bien con el tema de la venta de seguros.
Pese a que ya ha pasado el tiempo y la herida ya está cerrada, la vecina Erika Stubing siente que no hay quien defienda en estos casos. "Una necesita caminar por la calle tranquila", piensa.
Qué hacer si lo muerden
Lo primero que hay que hacer en caso de mordida de un perro, es lavar la herida solamente con agua, para luego dirigirse al centro de atención primaria más cercano. Allá le preguntarán si el perro es de casa o es desconocido. "Si es de casa hay que averiguar si ese perro está vacunado y el nombre del dueño", explica el doctor Horacio Carvajal. "Si el perro es desconocido, probablemente es que sea indicación de dosis antirrábica", señala el facultativo.
ignacio.araya@estrellanorte.cl