"Pensamos que era un terremoto"
Vecinos se vieron aterrorizados. Casa de Avenida Bonilla recibió impacto de un panel que voló con la explosión.
Redacción - La Estrella de Antofagasta
Un terremoto. Eso es lo primero que se vino ayer a la mente de la mayoría de los vecinos del Pasaje Solón Salas y sus alrededores tras el estruendo.
Y es que el día recién comenzaba para ellos y poco o nada entendían. Sobresaltados, intentaban encontrar explicación asomándose por las ventanas o puertas, pero luego de un rato recién se enterarían que todo fue producto de una explosión en una vivienda.
Uno de ellos es Fabiola Órdenes, cuyo hogar está ubicado dos casas al sur de la propiedad en que ocurrió la dramática emergencia. "Estábamos durmiendo. Yo sentí que explotó algo y me levanté para ver por el ventanal y vi que se venía como un humo y se fueron cayendo los vidrios", relató.
Nada, ni siquiera un olor extraño en el ambiente, les hizo sospechar que algo así ocurriría. "Terremoto, dije. Y después que ya no seguía moviéndose nada, vi cuando toda la gente salía por las casas y estaban todos los vidrios quebrados".
La pobladora dijo que al momento del hecho estaban junto a ella los otros seis integrantes de su familia- su pareja e hijos -y que todo "fue terrible", pero que providencialmente vio dañados sólo sus ventanales.
Quien también pensó que era un movimiento telúrico fue Liliana Calabacero, cuyo inmueble está ubicado a la vuelta del lugar del estruendo, en Avenida Bonilla 9236. Aún impactada por la explosión, sentada frente a su domicilio y transcurrido ya un par de horas observaba el trabajo que Bomberos realizaba en su vivienda, debido a que un panel de gran dimensión se desprendió desde el hogar donde ocurrió la emergencia, voló por los aires y cayó en su techo, quedando incrustado.
"Yo estaba durmiendo porque estoy enferma, estaba en reposo y le dije a mi esposo "¡es un temblor, es un temblor!, porque seguía como remeciendo y él me tomó para que calmara. Estaba todo desparramado".
La dependencia más afectada fue una habitación del segundo piso, que aún no estaba habilitado porque- dijo - falta poner el piso. Allí dormía su nieto, "pero gracias a Dios que la misma cortina lo protegió para que no le cayeran los vidrios a él".
Junto a ella no daba crédito a lo sucedido Ana Rodríguez Tapia, quien vive en el Pasaje Camar y dormía junto a su grupo familiar. "Se cayó el techo (...) se escuchó como un terremoto y yo me caí de la cama; no podía salir porque me enredé en la cama y el polvo me cayó en la cabeza".
Años de esfuerzo
A sólo metros del inmueble donde se desató la tragedia, en el mismo Pasaje Solón Salas, Ada Montenegro Meza esperaba que sonara la alarma de las 7 para levantarse, pero fue el estallido el que lo hizo.
"Pensé que la explosión había sido en mi casa, porque no tenía ni un vidrio. Después miro para la vecina del patio y tampoco tenía vidrio", relató. Sin comprender bien lo que había sucedido, trató de observar a su alrededor, pero la gran cantidad de polvo suspendida en el aire se lo impedía. "No se veía a más de dos metros por la tierra y ya cuando empezamos a salir todos los vecinos, nos dimos cuenta que era en una de las casas del fondo, la del medio".
Triste, contó que el accidente tiene a todos muy acongojados. "Nos conocemos hace más de 20 años y estas casas es por un comité de allegados que las sacamos y que pase esto nos afecta a todos, porque somos como familia".
La alcaldesa Karen Rojo se constituyó en el lugar junto a un equipo integral del municipio. Junto a una evaluación de los daños y la situación de las familias , la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) y de Emergencia y Operaciones gestionó la entrega de materiales para cerrar temporalmente los ventanales quebrados y el retiro de escombros.