La verdadera "reina" del TransAntofagasta
Desde hace diez años Patricia Cortés Montane conduce su "micro". Llegó desde Melipilla para tomar el volante en la línea 129, pero ahora es la "regalona" de la 121.
Cada día a las 4 de la mañana se levanta para iniciar su jornada laboral sobre la máquina 32 de la Línea 121 del TransAntofagasta. Desde el 2008 que la señora Patricia Cortés Montane maneja esta "micro", su regalona, donde más de una aventura ha vivido en estos diez años sobre el volante.
Tras prepararse un desayuno reponedor y alistar su máquina, luego revisa todos los detalles antes de partir a la garita que le queda a un par de minutos. Allí saluda a sus compañeros y comienza su primer recorrido.
"Me gusta mucho este trabajo. Desde hace diez años que estoy sobre esta micro... Todo partió como un desafío personal, demostrar que era capaz de manejar una liebre. Mi ex esposo me ayudó mucho en tomar esta decisión, ya que él también trabaja en esto... Después, con el correr del tiempo, pasó de ser un desafío a ser mi fuerte laboral", cuenta Patricia, mientras revisa el sencillo para tener vuelto suficiente antes de empezar un nuevo recorrido por la "Perla del Norte".
Si bien está feliz en la Línea 121, sus primeros pasos los dio en la 129, donde estuvo cerca de seis años. "Tengo bonitos recuerdos, ya que ellos confiaron en mí, me dieron la posibilidad de trabajar, y eso nunca lo olvidaré", cuenta con mucha nostalgia.
Inicios
Como en todo trabajo el comienzo fue muy complicado, y es que manejar una micro no es fácil, en especial en una ciudad donde el flujo vehicular ha aumentado fuertemente. "Recuerdo que partí un fin de semana, donde hay una menor cantidad de autos. Pero el desafío mayor llegó en marzo, con la vuelta de los alumnos a clases. Tuve que tirarme a los leones, como se dice, pero con tranquilidad y el apoyo de mis compañeros todo resultó bien".
Mientras avanza por la avenida empiezan a subir los primeros pasajeros, algunos la conocen y la saludan de modo fraternal, mientras que otros le cancelan el pasaje y ponen cara de curiosidad al verla sobre el volante, y es que Patricia es la única mujer en la actualidad que maneja en el transporte público mayor de la ciudad.
"Soy muy cordial con los pasajeros, pero también me gusta que se respeten algunas normas. Por ejemplo si alguien se sube comiendo algo, yo le digo que espero que al bajar no lo bote en la micro... También tengo una crítica contra los estudiantes, no todos, pero si una gran mayoría que son muy desordenados y prepotentes. Además hay algunos muy tramposos, que usan pases falsos y tratan de pasar de listos", cuenta Patricia, quien tiene tres hijos, todos casados, aunque su hija del medio vive con ella.
Ya acercándonos al centro, y con bastante gente en la "micro", Patricia nos cuenta cómo es el ambiente laboral. "Mis colegas son muy amables, personas respetuosas. En ocasiones me ha tocado realizar el último recorrido, cerca de las 10 de la noche, donde el pasajero es diferente. Gracias a Dios nunca me ha pasado nada, pero siempre hay un riesgo cuando uno está al volante", asegura.
Patricia nació en Melipilla. Allá dio sus primeros pasos trabajando en recorridos por la ruta 78. "Siempre me gustó esto. Después llegué a Antofagasta y empecé a manejar. Me siento feliz, me gusta mi trabajo. Hay sacrificio, pero al final del día termino contenta, con la misión cumplida.