6 de octubre: el día después
El "No" ha triunfado. Salvo en algunas comunas, en la región la tendencia fue el rechazo a la permanencia de Augusto Pinochet en el poder hasta 1997. Hay celebraciones de los triunfadores y lamentos de los derrotados. "La Estrella" reconstruye qué hacía la gente de la Segunda Región en ese jueves posterior a la decisión más trascendente de nuestra historia reciente.
0 horas, 6 de octubre de 1988. El plebiscito que decidía la continuidad de Augusto Pinochet en el poder ya es historia, pero Chile no tiene la más mínima idea de cual es el resultado final. El destino del país dependía de esta elección. Si ganaba el Sí, Pinochet seguía hasta 1997. Si triunfaba el No, elecciones libres en 1989.
Dos horas antes, cuando aún era día 5, el subsecretario del Interior, Alberto Cardemil, se paraba en el escenario del edificio Diego Portales para dar el resultado de apenas 677 mesas escrutadas en el país: Para el Sí, 51,3%. Al No le daban el 46,5%.
En esas primeras horas del "día después" de la primera elección con registros electorales desde 1973, el país supo lo que realmente pasaba desde La Moneda a eso de las 1 de la madrugada, cuando el general Fernando Matthei -miembro de la Junta de Gobierno- reconoce que el No había ganado. Cardemil, a las 2, recién da el cómputo final con el 54,7% para el No y el 43% del Sí.
En la región de Antofagasta el No arrasó: 130.052 votos contra 84.259 del Sí en las 686 mesas dispuestas en toda la región. Hubo comunas como Ollagüe, Sierra Gorda o San Pedro de Atacama donde la opción de gobierno ganó (ver tabla), pero los resultados generales tenían la tendencia nacional.
Alegría en el no
Ese 6 de octubre, hay celebraciones en la calle. Los dirigentes de los partidos políticos, recién permitidos por la dictadura el año anterior, están eufóricos. "Uno se siente realmente feliz cuando mira hacia atrás y ve todo el camino que se ha recorrido", dice Carlos Bonilla, presidente de la Democracia Cristiana. Si bien la Constitución de 1980 establecía que, en caso de perder el plebiscito, se llamaría a elecciones presidenciales y parlamentarias para el año siguiente, Bonilla asegura que hay que adelantarlas: "Esto, obviamente, deberá ser objeto de conversaciones entre los dirigentes de la oposición y las Fuerzas Armadas".
Felipe Valenzuela, del PPD, adelanta lo que sería en el futuro la recién nacida transición. "Nosotros tenemos que hablar de reglas del juego de gobernabilidad para que todos, de moros a cristianos, sin exclusión alguna, nos incorporemos a trabajar por nuestro país".
Los que perdieron
Por el lado del derrotado Sí, hay varias reflexiones ese día. Carlos Cantero, entonces alcalde de Calama, llamó a una conferencia de prensa para concluir que el triunfo del No -y su reconocimiento por parte de la dictadura- es una demostración del espíritu "democrático", dice, del gobierno militar.
"Hoy más que nunca ha surgido en la conciencia del pueblo chileno, la confirmación de la vocación democrática humanista y cristiana que siempre ha inspirado a nuestro Presidente Pinochet", dice Cantero, haciendo un llamado a los demócratas para que definan sus posiciones, "muy en particular a la Democracia Cristiana, que se ha caracterizado por sus alianzas con los marxistas".
En Antofagasta, el alcalde Patricio Valdivia se reúne con los jefes de los departamentos municipales para decirles que debían seguir trabajando. "El trabajo continúa, porque la vida sigue su curso y por ello debemos seguir laborando por el bien de la comunidad", dice.
La vida sigue
Antofagasta, por cierto, sigue su vida normal. En la población Favorecedora están esperando una escalera para llegar a la avenida Argentina porque ahí pasa la locomoción, dice la señora Alejandrina Contreras. La Unidad Vecinal 25, Cerro Topater, llama a los jóvenes a integrarse a los cursos culturales y deportivos de la población y en la población Libertad hay un campeonato de dominó por las actividades de aniversario.
En Calama los niños de las escuelas donde se instalaron los locales de votación están felices porque la orden es que sigan de vacaciones. La Comdes dice que el resto tiene que ir a clases desde el viernes 7. A algunos niños les dan la beca "María Teresa Pizarro", que se le entrega al mejor alumno de cada establecimiento. Erica Milla, mamá de la pequeña Judith Godoy -estudiante del Jardín Infantil E-117- estaba emocionada. "Me siento feliz al igual que mi hija, quien al ser premiada se emocionó y vino a mi lado con algunas lágrimas en sus ojitos, ya que para ella fue una sorpresa. Por mi parte me siento realmente orgullosa", dice.
Chuquicamata también vive días diferentes para algunos trabajadores. El Sindicato 3 determina la libertad de los trabajadores de la División de elegir el sindicato que quieran. "Décadas de cautiverio sindical han terminado", asegura un dirigente. "En dos años más, nuestros hijos podrán elegir estudiar en la Universidad aquí, en Chuquicamata o Calama, porque los recursos que se reúnan en los primeros 24 meses de funcionamiento del fondo de retiro se destinarán íntegramente a fundar una universidad nuestra".
Aparte de los que apoyaron el No, quienes sonrieron felices la mañana del 6 fueron los heladeros y choferes calameños. El día anterior hizo tanto calor en el desierto que la gente que vendía helados fue directo a las colas que hacía la gente para votar. La hicieron. Muchas personas se quejaron de que la locomoción colectiva estaba cobrando el pasaje de día domingo y feriado, siendo que el 5 fue miércoles. En ese tiempo, el colectivo salía 70 pesos y la micro, $50.
En la costa, la Asociación de Pesca y Caza de Antofagasta estaba en su primera rueda de la temporada de competencia. El club "El Gringo" está a la cabeza del ránking, muy por delante de Trabajito, Deportivo Inacesa y Ferroviarios.
El cine Colón aún funciona en 1988 y su cartelera anuncia "un programa fenomenal, increíble", pero para estrictamente mayores de 21 años, mayoría de edad que rigió hasta 1993. Para el día 7 se anunciaba "El Pecado de Lola" y la sugerente "Niña de día... mujer de noche".En el Nacional y Gran Vía había programa más familiar, como "Persecución mortal" con Tom Berenger y Sidney Poitier, además de "Cuando cae la obscuridad"... pero también para mayores de 21.
Ese día, Augusto Pinochet apareció en televisión. El traje de civil, la perla en la corbata y la sonrisa con la que había ido a votar el día anterior habían sido reemplazados por un blanco uniforme militar y mirada severa. Los ojos del mundo estaban pendientes de ese momento. "Reconozco y acepto el veredicto mayoritario expresado el día de ayer por la ciudadanía", dijo. "Respetaré y haré respetar este resultado en consonancia con mi norma de conducta invariable como jefe del Estado", señaló en cadena nacional.
Aunque la vida cotidiana continuaba su transcurso, Chile comenzaba a cambiar su historia reciente. Aún quedaba negociar cómo sería esta transición a la democracia que se venía encima: un nuevo plebiscito que reformaba la constitución de 1980 (en julio de 1989, la aprobó el 93%) y las elecciones de diciembre de 1989, que convirtieron a Patricio Aylwin en el primer Presidente democrático tras una larga dictadura de 17 años.
El país entraba en una nueva etapa en su historia.