La historia de Jhon y su cambio de vida tras las rejas
El joven se encuentra de la unidad juvenil del Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado de Antofagasta y se convirtió en el primer interno del país en obtener un contrato de trabajo mientras aún cumple condena.
Redacción - La Estrella de Antofagasta
A primera hora de la mañana Jhon está listo y dispuesto para comenzar con su jornada laboral. Sin embargo, Jhon no trabaja en un lugar cualquiera, si no que lo hace en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado de Antofagasta ya que se encuentra privado de libertad.
"Cuando salga quiero ser otro, hacer una vida, tener hijos, una familia y ver el futuro con esperanza. Eso me lo enseñó el trabajo y el apoyo de quienes han estado conmigo en esta etapa", dijo Jhon que a sus 28 años está tomando conciencia sobre sus actos y está dando todo de su parte para poder reinsertarse en la sociedad.
Su caso es único en Chile por lo que se transformó en el primer interno de una sección juvenil de unidades penales que obtiene un contrato de trabajo por parte de la empresa concesionaria Sodexo.
Es durante su jornada laboral que Jhon entregó su testimonio de vida y expresó que comenzó a trabajar desde el mes de mayo.
"Yo llegué acá para cumplir dos años de condena por delitos cometidos mientras era adolescente. Cuando llegué acá traía grandes problemas con la droga y siempre había delinquido por eso no conocía una vida de esfuerzo y superación. Acá, en cambio comencé a conocer las opciones que tenía, a cambiar y terminé hasta trabajando, eso es maravilloso para mí porque me dan confianza y así he podido demostrarle a mi mamá que voy a salir a hacer una vida nueva", destacó el joven quien además ahora es un ejemplo entre sus pares, ya que uno de los privilegios con que cuentan quienes trabajan al interior del penal es la mayor libertad que tienen para traspasar algunas rejas internas del penal.
Cambio
Pero llegar a esta etapa no fue fácil. Según relató Jhon, él comenzó el consumo de drogas cerca de los 15 años y cada vez fue más difícil mantener una vida normal porque comenzó a alejarse de su familia, dejó el colegio y se inició en los ilícitos.
A pesar que sabía que robar y delinquir era malo, en algún momento pensó que su vida sería siempre así. Había perdido la esperanza de cambiar ya que no se sentía capaz de vivir de otra forma.
"Yo estoy aquí porque sé que hice cosas malas, pero como estaba tan metido en la droga, nunca fui capaz de parar. Mi mamá siempre intentó hacerme cambiar y la hice sufrir mucho. Ahora en cambio, quiero aprovechar esta oportunidad y hacer una vida nueva. Lo que aprendí acá nunca lo voy a olvidar y lo que más agradezco es la oportunidad que me dieron. Soy el primero en Chile y espero no defraudarlos para que puedan seguir ayudando a jóvenes", confidenció .
Según explicó su encargada de caso, Carolina Aranda, de la consultora Psicoactiva que trabaja los programas de reinserción de los jóvenes en régimen cerrado, el caso de Jhon es bien particular dado que "a pesar del consumo problemático con el cual ingresó al penal, ha adquirido herramientas solidas de reparación de daño, se posicionó en un estado motivacional de cambio e incluso se repararon los vínculos familiares frente a lo cual Jhon recobró su autoestima y hoy se visualiza con las capacidades para asumir el cambio y un rol en la sociedad", resaltó la psicopedagoga.
También destacó que el joven ha tenido un comportamiento impecable en su trabajo.
"Ha demostrado un comportamiento intachable en todas las funciones que realiza, mostrándose como un líder frente a sus compañeros complementado con valores propios de su cargo como lo son la responsabilidad, el buen trato con el personal, presentación personal, buen uso de vocabulario, el valor del dinero y del trabajo", acotó Aranda.
A juicio de la defensora regional, Loreto Flores Tapia, la experiencia de vida de Jhon es muy significativa, no sólo por los avances experimentados sino también porque manifiesta que el trabajo focalizado en la recuperación de habilidades personales permite abrir un espectro de probabilidades de cambio para quienes se encuentran privados de libertad. "En el trabajo que la Defensoría ha ido desarrollando al interior de los centros penales hemos detectado que más allá de la capacitación laboral y productiva, es necesario también abordar alternativas que permita a los internos adquirir habilidades blandas que les permita encaminarse al cambio", destacó.
Ejemplo
Flores reconoció que el caso de Jhon es un ejemplo que dará la posibilidad a que más jóvenes que estén privados de libertad, estén dispuestos a reinsertarse socialmente.
"Además del consumo problemático de drogas, las personas muchas veces comienzan a delinquir porque detectan una falta de oportunidades y de rechazo social, su autoestima se afecta y no se creen capaces de llevar un vida conforme los roles que la sociedad les impone. Nosotros estamos avanzando en afrontar el cambio desde el interior de las personas mediante técnicas como el teatro, las artes y el deporte de modo que las personas pueden reforzar la visión que tienen de sí mismos y se crean capaces de cambiar de vida".
Por su parte, el jefe del Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado, comandante Marcelo Abello Burgos indicó que "como Gendarmería de Chile, tenemos el compromiso real de entregar procesos de reinserción para la población penal. Esta misión institucional también considera gestiones con nuestras empresas colaboradoras, entregando las facilidades necesarias para el desarrollo de los programas o ideas que se generen en pro de la reinserción socio-laboral."
Abello agregó que "es por esta razón que invitamos al mundo público y privado y organizaciones sociales, para se acerque a Gendarmería y podamos trabajar juntos por una sociedad mejor".
A Jhon le quedan sólo 10 meses para salir en libertad y reinsertarse en la sociedad. Mientras tanto está postulando a ser cambiado de módulo, al de los trabajadores, donde tendría opción de hacer conducta y ser en algún momento considerado para optar a la sustitución o la remisión condicional de su pena.
El joven explicó que cada día se levanta con toda la energía para cumplir puntualmente con sus labores y se da cuenta que puede ser un aporte a su entorno.
"En las mañanas me apuro para tomar desayuno, ponerme el overol y salir a trabajar. Además, cuando viene mi mamá a verme ahora siento que viene feliz. Ella misma me dice que ahora está orgullosa de mí y que ve que he cambiado. Al salir no la voy a defraudar ni a ella ni a todas las personas que acá confiaron en mi", finalizó Jhon para continuar con sus deberes laborales.