Ayer fue 9 de noviembre y en ninguna parte había ramitos de violetas...
La canción que popularizó Zalo Reyes sería inaplicable acá. Buscamos en florerías, La Vega, tiendas, y nada. Dicen que son caras.
En alguna parte del mundo, una mujer recibió ayer -como cada 9 de noviembre, como siempre sin tarjeta- un ramito de violetas. La letra de la canción que inmortalizó Zalo Reyes -original de Cecilia, intérprete española- no especifica en qué parte del país mandaban flores en primavera, pero en caso de que haya sido Antofagasta, le habría sido casi imposible conseguirse flores de ese tipo.
"La Estrella" anduvo ayer en busca de ramitos de violetas para comprar en las florerías de la ciudad. En el centro, nada. Las floristas del cementerio tampoco tenían. En el puesto de Rosina Malatesta los enamorados piden arreglos de rosas, pero nada de violetas porque no hay.
-¿Y encargos especiales?
-Amapolas... pero esas tampoco llegan. Hay que encargarlas a Santiago.
Lo más cercano a violetas que hay en el local de Fanny Zepeda son unos lindos claveles de ese color, pero violetas como tal, nada. "No se pide, porque no es una flor común. Igual que el tulipán, tampoco llega a menos que se encargue de una semana a la otra", reflexiona.
Las flores que llegan a su negocio vienen desde Arica o Santiago. Los 1.328 kilómetros que separan a Antofagasta de Conchalí, la tierra de Zalo Reyes, podría ser una pista en esta flor que no se ve por ninguna parte acá en el norte para comprar. "Es muy seco", señala Fanny Zepeda. Para diciembre llegarán las calas y las azucenas por las celebraciones de la Virgen, pero ninguna violeta.
Recomienda Fanny un arreglo de rosas, la flor más requerida para ocasiones especiales. Para el día de la Madre la piden harto y también para el día de los enamorados, "aunque ya quedan pocos", advierte. "Ya no hay mucho enamorado. No hay dinero, no hay dinero".
-¿Y no le llega a usted una rosita?
-Mire, hay de todos los días. De los abuelos, de los santos... ¡Pero el día de la Florista no es ningún día! Tiene que poner ahí eso ah, que deberíamos instaurarlo porque día de la florista no hay.
Un poco cara...
En la Vega, una florista que se hace llamar Invisible Dolores -se pone al lado del quiosco, frente a una fuente de soda- asegura que las violetas son un bien muy muy escaso. "Casi nunca llega eso. El ramito de violetas vale 20 mil pesos, una vara, pero te dura como tres o cuatro meses", dice.
Doña Dolores asegura que antes viajaba a Arica y allá, hace unos siete años, la violeta le costaba 10 mil pesos para venderlas. "¿Y cómo las iba a vender?", piensa, hablando del costo. En Antofagasta asegura haberlas visto en el Homecenter (este Diario fue y no había) pero aún así son escasas en este lado del país. Imposible no. Difícil.
-O sea que si algún enamorado quiere regalar un ramito de violetas a su señora, ¿va a salir muy caro?
-Con arreglo, papel celofán, va a salir más caro. Unos 30 mil pesos...
Aunque no encontramos las famosas flores por ningún lado de la ciudad, queda el consuelo de que en alguna parte alguien se las arregló para mandar, como siempre sin tarjeta, un ramito de violetas.
30 mil pesos podría costar un arreglo con un ramito de violetas, dice una florista de La Vega.