La "Roja" pierde a uno de sus míticos goleadores
Francisco "Paco" Molina falleció a los 88 años. El hispano-chileno comenzó en Wanderers, jugó en Atlético Madrid y dirigió Antofagasta.
Es y será siempre un grande de fútbol chileno. Aunque no nació en este lado del mundo, Francisco "Paco" Molina (Suria, 1930, Cataluña, España) sentía y defendía la camiseta de la selección chilena como ninguno.
Fue esa tierra que amó tanto la que hoy lo ve partir. Molina falleció la madrugada del miércoles a los 88 años en Antofagasta, tras una larga vida en Chile, esa que comenzó cuando tenía 10 años tras escapar de Europa en el barco "Winnipeg" junto a su familia.
Había dejado España para emigrar a Francia, escapando de la dictadura de Francisco Franco, pero el destino le tenía preparado un hogar al otro lado del planeta, en un extraño país llamado Chile.
Llegó a Valparaíso y comenzó a destacarse con el balón. Era de aquellos jugadores que le pegaban con las dos pierdas y no tenía miedo ir de frente. Santiago Wanderers (1948) fue la primera camiseta que vistió como profesional, ante había defendido los colores del Deportivo Roberto Parra en el barrio.
Dos años más tarde (1950), Universidad Católica pone sus ojos en Molina. Sin embargo, su gran momento llega en 1953 cuando se juega el Sudamericano de selecciones en Lima. "Paco" ya había obtenido la nacionalidad chilena (1942) y estaba listo para defender la "Roja".
Un torneo perfecto para Molina, que anotó 8 goles en seis partidos jugados, convirtiéndose en el goleador del torneo. En esa oportunidad le anotó tres a Uruguay (3-2) en un triunfo histórico para la "Roja" porque los uruguayos venían de ser campeones del mundo 1950.
Esa campaña personal en Perú lo catapultó al Atlético de Madrid. Era su regreso a España. Llegaba al equipo campeón y la misión no era otra que deslumbrar en su patria.
Si hubiese jugado en los tiempos de hoy, su nombre habría aparecido en todos los medios del mundo. Con 23 años deslumbró en los "colchoneros" anotando 33 goles durante los tres años que estuvo. Sin embargo, nuevamente la figura de Franco lo hizo emigrar. Esta vez, porque no pudo llevarse a su padre a España, como lo tenía planeado. Entonces volvió a Chile donde jugó en Audax Italiano (campeón 1957). Luego pasó por Unión Española y regresó a la UC para levantar la copa en 1961. Se retiró como jugador en Coquimbo Unido.
Como técnico dirigió a Coquimbo, La Serena, UE, Antofagasta, O'Higgins y Everton.
En los años '70 se radicó en Antofagasta, conoció el amor y fue esta tierra la que hoy lo despide como uno de los grandes del balompie nacional. Sus restos están siendo velados en la Catedral antofagastina.
33 goles anotó Molina en su paso por Atlético Madrid. Fue el goleador del Sudamericano e 1953 con 8 goles.