Habla funcionario en tratamiento de diálisis desvinculado de la Gobernación: "Yo no pedí andar enfermo"
Manuel Miranda debe dializarse tres veces por semana. Este martes le dijeron que sólo trabajará hasta el 31 de diciembre.
Hasta antes de esta semana, Manuel Miranda (44) tenía planeado pedir vacaciones en diciembre. La idea era hacer un alto en sus funciones como chofer de la Gobernación Provincial de Antofagasta para ir al oculista, al nefrólogo, y hacer todos los trámites hospitalarios que debe realizar por la diabetes que padece, una enfermedad que pasó a dañarle los riñones y lo condenó a dializarse de por vida. Tres días a la semana, cuatro horas por sesión.
Todos esos planes se fueron al tacho el martes. Ese día lo llamaron a la oficina y le notificaron que no se le renovaría contrato en la repartición pública, dejando de prestar servicios a contar del 1 de enero. La gobernación señaló entonces que sus condiciones de salud no acompañaban el cargo.
Pero Miranda dice que nunca tuvo una crisis manejando. Incluso había solicitado un cambio de cargo, asegura. "Pero por lo que leí en la resolución (que lo desvinculó) decidieron sacarme en vez de removerme a otra parte, o a otro servicio por último", cuenta. El trabajador también tiene estudios contables desde el 2000, pero no se pudo reubicar.
"Pienso que no corresponde. O sea que si tengo cáncer, ¿me van a echar? Si tengo SIDA, ¿estamos todos en riesgo?", lamenta Miranda. Por prescripción médica, cada lunes, miércoles y viernes tiene que estar en el hospital dializándose, eliminando a través de una máquina las toxinas que sus riñones no pueden hacer por si solos.
En el Hospital Regional, asegura el todavía funcionario, podía elegir uno de los tres turnos para la diálisis: de 8 a 12, de 12 a las 4 de la tarde, y de 4 a 8. Este último horario era el mejor para Manuel Miranda porque así no faltaba tanto al trabajo ni le cortaba el turno. Reconoce que le quedaba debiendo una hora y media a la Gobernación, pero la devolvía yendo a trabajar los días sábado, haciendo tareas como la limpieza de los vehículos.
Sin embargo, ya está notificado que el contrato no sigue. El 1 de enero, Manuel Miranda se levantará sin trabajo y tendrá que buscar alguno donde no sea un problema su padecimiento. "Yo reconozco que el tema te limita… por eso pedí un traslado", cuenta. Durante diciembre se preocupará de su salud, pero después tendrá que trabajar. "Yo igual puedo hacer bien mi pega y tratar de rendir lo que más pueda (…) Yo no pedí andar enfermo".
Críticas
El tema fue bien comentado ayer. El senador Pedro Araya buscará que el Instituto Nacional de Derechos Humanos intervenga. "No existe otra forma de comprender que junto con dejar sin ingreso a cientos de familias de trabajadores que nada tienen que ver con los partidos políticos, se haya despedido a un funcionario que está en tratamiento de diálisis".
Incluso desde los mismos sectores de gobierno hubo críticas. El Core Dagoberto Tillería (UDI), dice que la gobernación. "Hay una razón humanitaria clara", señala. En la otra vereda, Ricardo Díaz sostiene que hay que fortalecer la carrera funcionaria y reducir puestos de trabajo de confianza.
En tanto, la gobernadora Katherine López señaló que el cambio de funcionarios es un proceso "totalmente normal en cada equipo y estamos ya en diciembre, es un proceso que se da todos los años", explicando que existen lineamientos y objetivos que necesitan tener un equipo que responda a éstos.