El tango, el nuevo protagonista de esta novela local
"Descifrando a Discépolo" es la última obra de la periodista María Eugenia Vargas. Está centrada en el compositor argentino y se lanzará el viernes en el Club de Tango D'Angelis.
Hace más de 40 años que María Eugenia Vargas Pastén se dedica al ejercicio del periodismo, actualmente en Antofagasta. Una profesión que le ha permitido conocer diversas realidades. Es en las letras donde ha encontrado la verdadera pasión y que a través de textos, puede transmitir a los demás. Primero en el periodismo, después como escritora de novelas, dos amores tan grandes como lo que más adora: los viajes.
Será el viernes desde las 21:30 horas cuando todos podrán conocer a "Descifrando a Discépolo", la nueva novela de la profesional que está centrada en el mundo del tango argentino. El lanzamiento se llevará a cabo en el Club de Tango D´Angelis, como parte de la celebración del "Día Mundial del Tango", en donde estarán bailarines de la compañía argentina Rojo Tango de Salta.
"Descifrando a Discépolo" narra la historia de un exitoso joven llamado Aníbal que vive en EE.UU. y repentinamente debe volver a Chile, en donde se embarcará en una aventura para buscar a su madre que lo abandonó, a través de pistas en el "Carrillón de la Merced", uno de los grandes tangos de Enrique Santos Discépolo.
¿Cómo se origina la idea de escribir esta novela y tomar la temática central de usar el tango de Discépolo como figura central?
-En el año 2000, yo trabajaba en el diario El Mercurio de Antofagasta. Había en ese tiempo una revista literaria llamada "Sabella", que decidió elegir la canción del Milenio. El resultado de esa elección fue el tango Cambalache, del autor Enrique Santos Discépolo. El director de la época, Marco Antonio Pinto, me encargó el reportaje central sobre este tango y sobre su autor.
Coincidió este pedido con un viaje a Buenos Aires, donde aproveché de reportear sobre la vida de Discépolo. Así fue como encontré la referencia al tango Carillón de la Merced, que es el único tango que Discépolo escribió fuera de Argentina. Ahí surgió el conflicto, ya que el encargo era escribir sobre el tango Cambalache, no sobre Carillón de la Merced y como me gustó tanto la composición que habla de ese bello templo de la calle Mc-Iver en Santiago, decidí dejarlo para escribir algo más allá de la canción del milenio.
-En la novela se nota cómo los personajes buscan la felicidad, la que al final encuentran en la familia ¿existe una referencia personal hacia ti misma o experiencias propias en la que te hayas basado para crear a estos personajes y sus motivaciones?
- La búsqueda de la felicidad ha sido desde que existe el hombre y la mujer en la tierra, uno de sus objetivos de vida, y la forma como buscan esta felicidad, es una fuente de creatividad inagotable para los escritores, hay personas para las cuales la felicidad está más ligada al dinero, otros al amor o al desarrollo profesional, en fin todo eso nos da material para ir construyendo historias.
Indudablemente un escritor saca referencias de experiencias personales o de su entorno, pero lo hace como una forma de acercar la ficción a la realidad no a la inversa, al menos en mi caso.Como a mí me gusta mucho viajar, los viajes sin duda han influido, tanto en la georeferenciación de las historias como en las características de los personajes.
-Conociendo tu experiencia en viajes ¿Por qué te decidiste por destacar esa relación (muy cercana y que muestran los personajes) entre Chile y Argentina?
-Básicamente porque Discépolo era argentino, allí ya la historia estaba condicionada a esos dos países. Incluí Nueva York por el NYSE (New York Stock Echange), ya que ese parece ser el lugar donde todos los economistas sueñan con trabajar algún día.
En el relato se describe a Aníbal como un hombre exitoso, pero sus prioridades cambian y se embarca en una búsqueda de su madre.¿La idea es que el lector se replantee el concepto de felicidad?
-De ni ninguna manera. Soy una convencida que la literatura no debe tener como objetivo, modificar ideas, replantear conceptos, ni nada que se acerque a una persuasión directa. Creo que la literatura debe entretener, y debe hacerlo, lejos de cualquier proselitismo, sea este de tipo político, religioso o filosófico. Sí creo tal vez pueda haber de forma inconsciente un objetivo pedagógico, en orden a acercar la poesía de Discépolo a la gente que no lo conozca y refrescarla a los que están más próximos generacionalmente a este gran poeta y músico argentino-napolitano.
¿Por qué optaste por editar en Buenos Aires?
-Para un autor independiente siempre es difícil la autoedición. Al momento de editar salía más conveniente hacerlo en Chile, pero opté por ir a Buenos Aires, entendiendo que allí podría haber más interés en leer una historia de Discépolo.
Pero ahora creo que esa percepción estaba errada, ya que la novela ha tenido muy buena acogida, mejor que lo esperado y en los dos lados de la cordillera.