Ignacio Araya
Aún no se ha anunciado el fin de su diseño (a mediados de año se dijo que estaría en 2019) ni las características que tendrá la ruta, pero la futura autopista entre Antofagasta y Caldera ya está preocupando a los astrónomos de la región. Esto, ante la posibilidad de que la iluminación de la doble vía vaya a interrumpir el trabajo de los observatorios que tenemos acá, como Paranal o Ventarrones. Mientras más brillo, más difícil es usar los grandes telescopios para descubrir los secretos del universo.
El astrónomo y académico de la Universidad de Antofagasta (UA), Eduardo Unda-Sanzana, cuenta que ya hay una experiencia negativa de las luces de una autopista, en el Observatorio Las Campanas (Región de Atacama). "Si recién se comienza a pensar en una nueva carretera Antofagasta-Caldera, yo creo que hay tiempo para considerar todos estos nuevos antecedentes en el diseño mismo antes de aprobar los fondos para su construcción", dice.
Precisamente por la importancia que tiene la astronomía en las regiones del norte, que en 2014 el Ministerio del Medio Ambiente promulgó el decreto 43 con una serie de normas de emisión de intensidad luminosa para Antofagasta, Atacama y Coquimbo. El decreto tiene un plazo para que las regiones se adapten a la nueva normativa, en mayo de 2019. Sin embargo, un estudio de la UCN reveló que en el Balneario Municipal de Antofagasta la emisión de luz supera en 500% la norma.
Unda-Sanzana explica que controlar la contaminación lumínica no tiene nada que ver con tener los caminos o las ciudades oscuras. "Ese es un mito que es muy importante erradicar para poder avanzar en el tema con los conocimientos que tenemos hoy. Un diseño inteligente de iluminación por supuesto que permite que puedan convivir carreteras y observatorios", dice.
Cumplir la ley
Maximiliano Moyano, astrónomo del Instituto de Astronomía de la Universidad Católica del Norte (UCN), dice que no quiere que pase lo mismo que ocurrió con la carretera entre La Serena y Vallenar para los observatorios de esa parte del país. Se está tratando de revertir eso, cuenta, y existen soluciones fáciles para ello. Por ejemplo, agregar filtros o stickers sobre las luces. "La Oficina de Protección de Calidad de los Cielos está investigando las formas de cómo mejorar la luminaria al mejor costo posible".
-Aún respetando la ley, ¿también podría afectar (la luz) el funcionamiento de los observatorios?
-La respuesta es sí. Un astrónomo siempre querría que fuera menos, que la norma fuera un poco más estricta, así que sí va a afectar, pero por lo menos la idea es que se respete lo que existe primero.
A la fecha, existe una moción presentada por el diputado José Miguel Castro para que la contaminación lumínica sea una variable en los estudios de impacto ambiental de futuros proyectos que estén en zonas atractivas para el desarrollo de la astronomía. "Creo que poco a poco estamos generando conciencia y no solamente es un beneficio para la astronomía y el astroturismo. Pensar en la contaminación lumínica es pensar en la salud humana, en la salud de los animales", señala. Actualmente, la moción está en el Senado para ser votada por los legisladores.
500% por sobre la norma de iluminación tienen sectores del Balneario Municipal de Antofagasta.
ignacio.araya@estrellanorte.cl