Ricardo Muñoz Espinoza
Era un día esperado por todos, sobre todo porque en Antofagasta tenía más del 80% de visibilidad. Pero la preocupación llegó desde las primeras horas del día con una inesperada llovizna que hizo temer lo peor.
Con el correr de las horas se cumplió el temor anunciado: la zona costera se encontraba cubierta de nubes, por lo que los antofagastinos debieron buscar lugares alternativos de observación.
Si bien la Mano del Desierto aparecía como una de las zonas preferidas, las nubes no dejaron apreciar el fenómeno, lo que motivó a los "cazadores del eclipse" a buscarlo más al interior y fue así que Baquedano se convirtió en un sector escogido por varias familias antofagastinas.
En la ruta 25 se congregaron algunos observadores, al igual que en la plaza de dicha localidad. Pero la mejor zona para presenciar el evento fue por sobre los cerros.
A las 15:31 la Luna comenzó su camino frente a nuestro Astro Rey y a medida que pasaban los minutos lo cubría cada vez más. Arriba, en el sector del cerro en donde se levanta la cruz que vigila esta localidad desde lo alto, se reunieron varias familias y amigos en sus autos.
Abajo en la plaza, en tanto, vecinos y escolares se congregaron -todos con sus lentes especiales- para ser testigos de este verdadero privilegio de la madre naturaleza.
Si bien había nubosidad parcial, no fue impedimento para disfrutar. A medida que nuestro satélite seguía su camino justo entre la Tierra y el Sol, pronto comenzarían los "ooohhh" y "que bonito se ve", cuando en momentos las nubes permitían observar sin problema el fenómeno.
Ya cuando el reloj marcaba cerca de las 16:40, la Luna tuvo su máximo paso y ocultamiento parcial para esta zona sumando, desatando los aplausos espontáneos.
Ana López es una de las antofagastinas que llegó hasta Baquedano, junto a su familia, escapando de las nubes y quien señaló que "la idea era ir a la Mano del Desierto, pero también estaba nublado. Justo cuando íbamos hacía allá nos avisaron que estaba malo el clima, así que tomamos la decisión de venir aquí. Mis hijos lo han disfrutado y es primera vez que veo un eclipse, lo que me ha parecido un fenómeno hermoso".
Cristóbal Fuentes también es antofagastino y junto a su pareja e hijas de ambos acudió al mismo sector, señalando que "nos encontramos con la lluvia y venimos para acá. Un familiar se vino temprano y nosotros nos vinimos buscando por la ruta donde estuviese despejado. Ha sido algo bastante bonito, aunque ya me había tocado el de 1994 en Calama".
Un evento que quedará en el recuerdo de quienes tuvieron la suerte de verlo. El diciembre del próximo año será en La Araucanía.