Vivencias de una suiza e italiana en Antofagasta
Yanike y Elisa vivieron cerca de un año en la ciudad, llenándose de la cultura local y como parte de un programa de intercambio de AFS Chile. Ésta es su experiencia.
A Elisa Cremonesi casi de manera natural le sale el "cómo estai'", cuando cuenta cómo le hablaban inicialmente sus compañeros de curso en el momento en que se acercaban a ella para integrarla. Y es que pese a ser nativa del norte de Italia, su estadía de un año en Antofagasta ha ocasionado que se le peguen algunos modismos.
A su costado está Yanike Becklas, quien viene del norte de Suiza y ha tenido una experiencia muy similar y si bien durante su estadía en la "Perla del Norte" aprendió muchos modismos, prefiere no acostumbrarse a usarlos para utilizar un español más limpio.
Y es que ambas están a punto de regresar a sus países de origen después de haber estado un casi un año llenándose con la cultura antofagastina y chilena, gracias a un programa de intercambio intercultural mediante la ONG AFS Chile, lo que les permitió estudiar durante este tiempo en nuestra región: Yanike en el Antofagasta International School (AIS) y Elisa en el Colegio Chañares.
Esta ONG internacional, sin fines de lucro, busca lograr un mundo mejor a través del intercambio cultural de jóvenes voluntarios. Y ahora, luego de haber vivido esta experiencia por primera vez en Chile, ambas europeas reflexionan sobre cómo es nuestra idiosincracia.
Elisa dice que lo de ella fue una aventura. "En realidad no sabía nada de Chile y llegué aquí y no me esperaba encontrarme con puro desierto. O sea, había buscado algo en internet pero no me imaginaba que era tanto. Desde el punto de vista de la naturaleza es muy diferente. Pero también es bonito porque yo no vivo cerca del océano. Cuando contaba que vendría acá, algunos entendían 'China' y no 'Chile', jajaja".
Diferente es el caso de Yanike que tenía una noción de nuestro país al tener una amiga chilena: "por ahí pensaba que iba a conocer gente cariñosa, porque ella me abrazaba mucho. Estaba muy emocionada por conocer a gente que es muy de piel y son todos así. Chile fue mi primera opción. Cuando escuché que llegaría a Antofagasta me emocioné mucho por el mar".
El llegar a la zona del desierto más árido del mundo es algo que notaron de entrada. Elisa señala que "donde vivo yo llueve casi todos los días y eso me carga (ya se acostumbró a los modismos) y aquí es muy raro ver a personas que se emociona al ver algo de lluvia. Es un clima muy seco y que el invierno no sea tan frío, eso me gusta mucho".
Respecto a adaptarse a sus colegios, Yanike comenta que "siento que aquí la gente está más abierta que en Suiza. Eso lo hizo más fácil porque el idioma me complicaba un poco. Me gustó mucho Chile, pude conocer San Pedro también, lo que es muy bonita ".
Otro de los recuerdos que se llevan de Chile es la pasión por el fútbol y los asados cada vez que la selección jugó por la Copa América. "Es como una excusa para hacer asados. En Italia igual son apasionados, pero aquí mucho más. Vi el partido de Chile con Colombia en la casa de una amiga y la pasé súper bien porque estaban todos con la camiseta ", dice Elisa y Yanike agrega que "es divertido. Toda la familia se involucra, hacen sus comentarios y retaban a los jugadores. Allá es parecido, pero no lo viven tan fuerte como acá".
Ambas tuvieron la oportunidad de recorrer la zona y otras regiones. Si bien quedaron maravilladas con Chile , cuando se les pregunta si mejorarían algo, coinciden inmediatamente: la desigualdad social.
"Aquí la diferencia pobre-rico me sorprendió mucho porque en Suiza es muy diferente. Yo escuché y me dolía cuando a veces hablaban de quienes no tenían tanta plata. Como que se notaba la diferencia del sector sur con, por ejemplo, otros sectores", apunta Yanike.
Mientras que Elisa reflexiona: "Es verdad lo de esa diferencia social. En Italia, en un colegio público las diferentes realidades pueden juntarse sin mucho problema. En cambio aquí en un colegio privado es como que están un poco aislados. Allá todos los colegios son públicos y son muy buenos".
Para esta entrevista, parte de las familias anfitrionas quisieron entregar palabras a ambas chicas, ahora que se despiden de nuestro país.
Es el caso de Melisen Castillo, mamá anfitriona de E lisa y quien dice: Para nadie es fácil es integrar a alguien a su hogar. Elisa, nuestra hija de Italia es una niña muy dulce, muy simpática y fue una experiencia muy linda".
"Sabía que podía llevarme bien con ella pero no pensé que iba a establecer un rol de hermano. En verdad siento que es una hermana menor, disfruté mucho su compañía y me gustaría que se quedara más tiempo", cuenta emocionado Rodrigo Astudillo, hermano anfitrión de Yanike.
Desde la ONG AFS Chile llamaron a buscar familias voluntarias que estén interesadas en acoger jóvenes de intercambio. Para ello, los datos se encuentran en el sitio www.afs.cl.