Redacción/Ignacio Araya - La Estrella
A 3.500 metros de altura, en el poblado de Socaire, la comunidad del pueblo está preocupada por conservar la presencia de la tagua cornuda, un pajarito de pelaje oscuro que vive en torno a las lagunas Miscanti y Miñiques. El presidente de la comunidad, Leonardo Cruz, opina que se debe proteger a la tagua del "turismo bien invasivo que se presenta en la comuna en estos tiempos" y, por esa razón, la administración del sector controla que los visitantes no se metan mucho en su hábitat. Sin embargo, a su juicio, aún debe ponerse ojo a los lugares donde las taguas nidifican y donde no estarían protegidas.
Actualmente, la Conaf está desarrollando un Plan Nacional de Conservación de la Tagua Cornuda-que rige desde 2008- y recientemente, junto con la comunidad se hizo el segundo taller de actualización sobre el tema. Ahí se conversó sobre las cosas que se puedan hacer para proteger a esta ave característica de nuestra zona.
"Desde nuestros antepasados hemos convivido con la tagua cornuda y la hemos visto desde su nidificación, como crecen las poblaciones y como esto ha ido cambiando con los distintos proyectos que han ido afectando a la tagua", cuenta Cruz, agregando que la importancia cultural y ancestral de convivencia con su cosmovisión "es muy importante para la comunidad".
En el taller se detectaron algunas amenazas para la conservación de la especie. Por ejemplo, el desarrollo de obras civiles, la intrusión y perturbación, la contaminación, extracción de recursos, animales y ganado doméstico.
La tagua -wari, en lengua kunza-, en nuestro país tiene presencia en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama. A la fecha su estado de conservación es vulnerable, se encuentra protegida por la Ley de Caza y se estima que hay unos 2.700 ejemplares de esta ave en la segunda región (ver infografía). Con respecto a la protección de la flora y fauna, en todo el país hay 34 planes de conservación, y en nuestra región está la secretaría técnica de los planes para conservar dos especies: los flamencos altoandinos y la tagua cornuda.
No solamente esta ave se puede ver en nuestro país. En Argentina se ha observado en lugares como la laguna Socompa, mientras que en Bolivia también hay ejemplares en la reserva de fauna Eduardo Avaroa, sitio ubicado junto a la frontera de ese país con Chile y Argentina.
Planes
En tanto, el director regional de Conaf, Cristian Salas, dijo que están trabajando con la comunidad atacameña para conversar sobre el tema, "quienes territorialmente tienen mucho que ver con la tagua cornuda en cuando a los usos ancestrales, sus tradiciones y la cosmovisión que ellos nos pueden entregar para que se vean plasmados en este Plan Nacional de Conservación".
Hasta ahora, se han tomado medidas como la evaluación y monitoreo de la especie, "y también tomas buenas medidas administrativas en cuanto a la protección de uno de los sitios más importantes de la región, que es Miscanti y Miñiques", explica al respecto Diego Sepúlveda, encargado de sección de administración de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf.