Ignacio Araya

Tras cumplirse los 20 días hábiles de investigación, finalmente el Ejército dio a conocer el resultado del proceso tras el polémico video donde varios militares golpeaban con palas y cuerdas a soldados conscriptos en Antofagasta. Al final, se determinó separar de funciones a un oficial, 12 clases y un soldado de tropa profesional por lo ocurrido.

El comandante en jefe de la I División de Ejército, general Rodrigo Valdivia, dijo que las medidas que afectan a personal de la Tercera Brigada Acorazada "La Concepción" son de carácter expulsivo. Eso quiere decir que se cursa el retiro de la institución o el licenciamiento del servicio, en el caso del cuadro permanente. "Este tipo de hechos son absolutamente aislados", dijo, señalando que en la formación la orientación es liderar al personal, "pero no incluye bajo ninguna circunstancia, y así está establecido por la institución, que haya algún tipo de agresión física sobre nuestro personal", señaló.

El video se dio a conocer a principios de agosto, donde se muestra a soldados que hacían su servicio militar recibiendo golpes y siendo rociados con agua y tierra mientras pasan de "punta y codo" bajo un tanque. El caso fue tan divulgado que incluso el Ejército envió una minuta a la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados y al Ministerio de Defensa detallando lo que ocurrió.

En el documento, firmado por el Comandante de Operaciones Terrestres, general Rafael Fuenzalida, detalla que hecho ocurrió el 17 de mayo con personal de la Segunda Compañía del Batallón de Infantería Nº7 "Esmeralda", al mando del subteniente Tomás Amengual. Ahí se da inicio al "rito" de iniciación.

Sanciones por no contar lo que pasó

"La situación se desarrolló sin estar autorizada con motivo del término de un período de instrucción, como una actividad de incorporación para el oficial, clases y soldados tropa profesional de la unidad y como despedida a los soldados conscriptos que se licenciarán próximamente", dice la minuta, señalando que los hechos no fueron informados al mando de la Tercera Brigada Acorazada.

Por esa razón de no contar lo ocurrido, dijo el general Valdivia, hubo medidas disciplinarias sobre un oficial y dos clases. En su comunicado oficial, el Ejército señaló que a 48 horas de conocida la situación se dispuso que el personal involucrado se trasladara a otra unidad sin tener contacto con los soldados conscriptos mientras duraba la investigación.

Asimismo, dijeron que los soldados a los que "bautizaron" los examinaron especialistas en el área de la salud, constatando su buen estado médico, lo que permitió cumplir el protocolo institucional para su licenciamiento, en mayo pasado.

En tanto, el expediente sumarial se remitió a la Fiscalía Militar Letrada de Antofagasta para anexarlo a la causa judicial.

En la minuta que envió el general Fuenzalida al ministerio de Defensa, se explica que se dan instrucciones para indicar que el "necesario rigor" para el entrenamiento de las unidades de combate no deben confundirse con la agresión física. "Los soldados deben ser sometidos a altos niveles de stress y apremio intelectual, físico, psicológico y ambiental; pero ello no implica que los integrantes de estas unidades, reciban algún grado de maltrato de obra".

Ayer, en la conferencia de prensa, el general Rodrigo Valdivia dijo que esa rigurosidad está dada con marchas durante la noche, o entrenamiento con las condiciones climáticas que tiene la zona geográfica, como altas temperaturas en el día y muy bajas en la noche. O, también, que el horario de alimentación no siguen los horarios rutinarios. "Esas exigencias van generando en el soldado una formación, un temple y una capacidad de resiliencia que permite a estos jóvenes integrar estas unidades militares", señaló.

Aunque el maltrato está prohibido a través de disposiciones institucionales, explicó el general, "no puedo asegurar una situación de que a futuro no se vuelva a repetir, porque son situaciones que normalmente obedecen a situaciones de carácter personal con el personal que está al mando de la unidad".